viernes, 10 de agosto de 2007

L A A M I S T A D / FERNANDO DE AGREDA

L A A M I S T A D

¿Habrá un premio a la AMISTAD?

Quizá si, o quizá no. Lo que importa es haber conocido ese sentimiento que tan raro y difícil parece resultar (en estos tiempos más)...Y yo quisiera presentar mi candidatura: en los malos momentos es cuando se conoce a los verdaderos amigos: “Ríe y reirás con todos, llora y llorarás sólo”, dice uno de tantos refranes.

Recientemente viajé a Marruecos, acompañado de Rosa Mari, mi mujer, para participar en el festival de “Larache en el Mundo”, que organiza con tanto entusiasmo Sergio Barce, con su propia familia, otros amigos y algunos antiguos larachenses.

Como en otros encuentros fue ocasión de saludar a algunos profesores marroquíes y españoles a los que ya conocía de hace tiempo.

Eran días de tristes noticias: la guerra israelí desencadenada en el Líbano; todos nos sentíamos unidos por deseos de PAZ y concordia...Desde aquella luminosa ciudad del Atlántico queríamos unir nuestras voces para proclamar la esperanza de una parte. Y de otra la de recuperar el legado cultural, el patrimonio artístico de la ciudad de Larache, tan injustamente olvidado hoy en día.

Pero volvamos al enunciado de este artículo: pensábamos que aquel viaje sería una buena ocasión para conocer y acercarnos a la que fue capital de la antigua zona del Protectorado español, es decir a Tetuán. Allí conservamos buenos amigos y tantos recuerdos: añorábamos la proximidad del contacto en una nueva visita, el abrazo fraternal.

El plan previsto no fue favorable debido a un malentendido bastante extraño que no quisiera rememorar ahora. Cambiaron las circunstancias y nos veíamos apurados al no encontrar alguna habitación disponible en los hoteles de la ciudad. Las fechas coincidían con las vacaciones estivales y se producía un lleno total en la zona céntrica de la ciudad.

Preocupados e intranquilos, recurrimos a nuestros amigos que en algunos casos estaban pasando las vacaciones en Río Martín, la playa más próxima a la ciudad.

Así encontramos a Mohamed ANAKAR – al que habíamos saludado en Larache días antes- que nos acompañó en la incierta búsqueda. Y fuimos a dar con el último recurso: el hotel (mejor sería decir “una mala pensión”) Marina, a la salida de la ciudad. Y sin embargo nos pareció por un momento que se transformaba en el Hotel Palace o en el Ritz dado los apuros que habíamos pasado.

Anakar se conviertió en nuestro ángel de la guarda que llegaba puntual a rescatarnos cada día para salir (de aquel antro) de excursión, a la montaña , a la “Torreta” para sentarnos en la terraza y admirar el paisaje inmenso de la ciudad tomando un buen vaso de té; otra vez para pasear por las céntricas calles de la ciudad, tras aparcar en la zona acostumbrada.

Hablar con Mohamed Anakar es disfrutar de una amabilidad acendrada y nos hace sentir la proverbial hospitalidad que se ha hecho famosa en aquella tierra. Se muestra atento a nuestros deseos y no deja de emocionarnos su actitud tan generosa, más admirable en los tiempos que corren y especialmente en nuestras circunstancias. Nos conmueve el recuerdo de su disponibilidad, esa proximidad del auténtico AMIGO que se hace cargo de la situación de abandono en que nos hallamos.

Nombrar a Anakar – que podría ser “Ana qalb” en un juego de palabras que intenta reflejar el gran corazón y la humanidad de este hombre – es recuperar la esperanza y la imagen de un Ángel de la guarda que refleja su semblante sereno y afable..

Mohamed Anakar es una figura en el mundo cultural marroquí aunque su modestia parezca ignorarlo: ha publicado varios libros empezando por su tesis doctoral: “”La estructura de la imagen en la novela colonialista: la imagen de Marruecos en la novela española”, en árabe: Bina` al-sura fi-l-riwaya al-isti´mariyya. Surat al-Magrib fi-l-riwaya al-isbaniyya, leída en la Facultad de Letras de Rabat, dirigida por el buen profesor que es el Dr. Mohamed Serghini, el 26 de junio de 1992. Fue publicada en 1994 y tiene 264 páginas.

Anakar ha publicado además obras narrativas como la colección de relatos titulada “Mu`nis al-´alil” (El compañero del enfermo), de 2003; la novela “Al-Misri”(El egipcio), y, recientemente, tres libros de cuentos para niños en la colección “Al-hamama al-baydá” (La blanca paloma): textos asequibles para niños (de 8 a 12 años) con letra clara, vocalizados para facilitar se lectura y graciosos dibujos en pocas páginas: “Hulum al-uryuha” (Los sueños del columpio), “Al-Kutkutu al-rumi” (El pollito rumí) y “Al-hatif lahu dira ´an” (El teléfono tiene dos brazos).

El mismo me comentaba que había terminado un ensayo sobre la novela de Bahaa Táher titulada “Nuktat al-nur”, que iba a publicar en Beirut pero vió interrumpido su proyecto a causa de los trágicos sucesos de la guerra provocada por Israel en tierras libanesas.

También me hablaba de una novela biográfica que se titulará “Barrio Málaga” y que espera ver terminada en no mucho tiempo...¡Ojalá que estos proyectos vean la luz y que reúna las fuerzas que le inspiren un buen final para alegría de los lectores y por supuesto de su propia satisfacción!
Fernando