lATIDO URBANO: ENTREVISTA A MUSTAFA AKALAY Nasser POR CÉSAR REQUESÉNS.
Hay una Granada viajera, cosmopolita e inteligente que vive oculta, como si el foco público hollara con su caudal indiscreto que alimenta todo conocimiento genuino.
Ese magma social lo nutren personas como Mustafa Akalay, conocido de muchos como el amable anfitrión del restaurante el “TRAGALUZ”, espacio para
“Tánger tenía librerías francesas, y lo último que se editaba en música en Nueva York y Paris, por vía de Gibraltar “, dice Mustafa, el que partiera de su tierra a Paris, a estudiar en
Poulantzas, Lyotard, Foucault, Bourdieu, Derrida, Said, Chomsky son nombres que surgen de su verbo meloso.
Isabel de Castilla:
Para siempre Jamás
Opinión -
Autor: Francisco Vigueras, Mustafa Akalay Nasser, Emilia Barrio, Maribel Lazaro Y Javier López
Gijón
- Fuente: El Ideal - Granada
Hasta diez veces prometieron cumplir las Capitulaciones de Granada 'para siempre jamás' y no tardaron ni ocho años en romper su compromiso, contraído el 25 de noviembre de 1491: «Nos el Rey e
Los descendientes de los moriscos expulsados no han olvidado aquella afrenta que transmiten de padres a hijos. Un manuscrito del alfaquí Mursia, familia que conserva su apellido español, la recuerda así: «No ha conocido el Islam, desde la venida de Nuestro Señor Mohammad, una persecución tan implacable como la ejercida por
La situación se hizo insostenible cuando el cardenal Cisneros, por mandato de la reina, les obligó a renegar de su cultura y de su fe: «Un edicto ordenaba la entrega a la autoridad de todos los libros arábigos, amenazando con severos castigos a los que no lo hicieran, lo que puso a los cristianos en posesión de miles de libros del Corán y otras ciencias, que fueron quemados en una plaza pública de Granada a la vista de todo el mundo, Alah nos libre de gente capaz de cometer tamaña atrocidad». Más tarde, nos dice el alfaquí Barhun, Cisneros convocó a los musulmanes para convencerlos del error de su fe y a los que no lograba convencer, que eran la aplastante mayoría, los conducía al alto tribunal de
Despojados de tierra y casa, prohibida su lengua, proscrita su forma de orar, de vestir de comer , incluso los más resistentes se vieron empujados a emprender el camino del exilio y, en muchos casos, tuvieron que irse con lo puesto. Más de un millón de musulmanes de origen andalusí viven actualmente en Marruecos y la mayoría, como el hispanista Mohammad Ibn Azzuz Hakim, conservan celosamente su cultura vernácula: «Tengo a mucha honra ser descendiente de una familia que vivió en la villa de Cariatiz (provincia de Almería) y en cuyo árbol genealógico figuran 14 apellidos genuinamente españoles, como Murcia, Alicante, Redondo, Cáceres, Cárdenas, Rellán, Ruiz, Sarriá, Segura, Vera, Marchena, Ponce, Sobras y Abril». Según Azzuz Hakim, el mayor quebrantamiento de las Capitulaciones de 1491 fue el Edicto del 14 de febrero de 1502, por el que los Reyes Católicos disponían la expulsión de los musulmanes granadinos, dándoles un plazo de dos meses para marchar hacia el exilio. Muchos de ellos fueron desposeídos de sus bienes, especialmente la plata y el oro, y tuvieron que malvender sus propiedades.
Otros, cerraron las puertas de sus casas y se llevaron las llaves con ellos. Algunos, todavía las conservan como una reliquia familiar. El hispanista marroquí ha pedido al Rey de España que presida en Granada un acto de desagravio hacia los musulmanes andalusíes, en reparación de aquella expulsión injusta e ilegal que sufrieron sus antepasados hace cinco siglos. Un acto parecido al que ya presidió Juan Carlos I en 1992, con motivo del V Centenario de la expulsión de los judíos sefardíes: «Ambos colectivos tienen el mismo derecho moral a recuperar su identidad histórica en el Estado de Derecho de
Más bien todo lo contrario. Lejos de reconocer la felonía y pedir disculpas, algunos políticos celebran la traición al pacto de las Capitulaciones. El Ayuntamiento de Granada sigue organizando el Día de