jueves, 29 de mayo de 2008

martes, 27 de mayo de 2008

AL JAAZIRA: LA VOZ DE LOS ÁRABES



Mustafa Akalay Nasser.
Conferencia impartida el día 9 de Marzo de 2005 en la Facultad de Ciencias Políticas y sociología, en el marco del experto de comunicación de la universidad de Granada.




El 7 de Octubre de 2001 menos de un mes después de los atentados de Nueva York y Washington, y pocas horas desde los primeros bombardeos sobre Afganistán, el logotipo en árabe cúfico de una cadena de noticias árabe, entra por primera vez en millones de domicilios americanos y europeos, es la cadena qatarí Al Jaazira difundiendo un mensaje de Osama Bin-Laden, mostrando de este modo un rostro y una tribuna al enemigo número uno de Estados Unidos.
Con esta actitud de la cadena de televisión qatarí se desafía el orden imperial y se convierte en la televisión más controvertida del mundo, acusándola los americanos de transmitir y vehicular todos los ismos en el mundo árabe (islamismo, terrorismo, populismo, antisemitismo).

En 1996 el emir Cheik Hamad ben Khalifa crea Al Jaazira en Doha, nadie iba a suponer que esta cadena se iba a convertir en una poderosa organización de televisión por satélite de prestigiosa influencia en los pueblos árabes y en parte del mundo oriental; la verdad es que es una exótica contradicción. El jeque Hamad afirmó que quería convertir a la cadena de televisión en la punta de lanza de modernización del emirato. Su ambición entretanto era convertir al más pequeño de los emiratos árabes (600.000 habitantes, los cuales solo 100.000 son qataríes) en el más democrático. Para obtener esta finalidad desembolsó ciento treinta millones de dólares en crear esta cadena que iba a trastocar el paisaje audiovisual árabe proporcionándole un medio informativo plural para debatir libremente.

Al Jaazira tiene 45 corresponsales y 35 oficinas distribuidas por el mundo. Dispone de un edificio prefabricado de dos plantas en donde se afanan 300 personas entre técnicos, periodistas, administrativos, etc, ante los ordenadores con un ojo puesto en la CNN y el otro en Al Jaazira. Estos periodistas son originarios de todos los países árabes Machrek y Magreb: es la liga árabe del periodismo, y profesan todas las ideologías por haber (islamistas, nacionalistas, comunistas, socialistas y marxistas), respetando siempre una línea editorial tendente a la democracia del mundo árabe y al pluralismo informativo. Cuando uno se aproxima a su sede central en Doha, lo que se encuentra es un edificio menudo y se acuerda de la famosa frase del Presidente Egipcio Mubarak en su primera visita a dicha sede en el año 2000: “todo este ruido por una caja de cerillas”.

La cadena Al Jaazira, estudia la privatización desde hace quince meses según su portavoz Yihad Balut:”Hemos sido subsidiarios del gobierno qatarí desde 1996 y creemos que esta es la siguiente fase, el factor más importante es que Al Jaazira mantenga su independencia”. Esta cadena es una de las empresas televisivas con más éxito de todo el mundo, cuenta con 50 millones de telespectadores, y es la quinta marca comercial más valiosa del mundo tras Apple, Google,Ikea y la cadena de cafeterías Starbuck`s. Los intentos de lanzar canales alternativos como Al Arabiya de Arabia Saudí, y Al Horra de EEUU, no han logrado minar el liderazgo mediático de Al Jaazira.

¿Cual misterio puede desempeñar Al Jaazira en este cometido de denuncia, sabiendo que está financiada por el emir de Qatar, uno de los aliados de Washington en el Golfo y además tiene relación política con el estado de Israel?, ¿Cómo Al Jaazira puede compaginar una crítica corrosiva hacia todos los poderes árabes, y una determinada consideración hacia su patrocinador del emirato? Este equilibrio que se sustenta en un milagro podrá hacer frente a las crecientes presiones que le sacuden “Qatar, presionado por EEUU va a privatizar la cadena de televisión Al Jaazira”, según The New York Times (6/2/2005). Esto se debe a las presiones de los EEUU ya que la administración Bush cree que Al Jaazira hace apología del terrorismo, otros países árabes también han sido muy críticos con esta cadena de televisión a la que acusan de medir con un doble rasero y denunciar las violaciones de los Derechos Humanos solo cuando se producen en terceros países, pero nunca en Qatar...

Las autoridades de Qatar han declarado que esperan que el cambio de propiedad no altere la línea editorial de Al Jaazira. La paciencia de Washington respecto a Al Jaazira se ha ido agotando conforme que la cadena de televisión ha seguido emitiendo mensajes de Bin Laden y sobre todo por la información que da sobre Irak en la que enfatiza las víctimas (muertos y heridos) civiles causadas por las fuerzas americanas, algo de lo que prácticamente los medios de comunicación estadounidenses no informan nunca.

Según la profesora y politóloga Olfa Lamloum…” este medio televisivo fue creado en 1996 siendo hoy el principal foro político de la escena árabe, y no puede reducirse a una caricatura de lo que intentan hacer de este medio informativo, sus enemigos, en especial la prensa afín a Arabía Saudí.”
Esta autora apoyándose en un trabajo de campo y un agudo análisis de la línea editorial de Al Jaazira,…” nos explica como dicha cadena expresa los anhelos democráticos confiscados por los regímenes autoritarios árabes, pero también el resentimiento y el rencor árabes hacia la administración americana.

La cadena árabe que emite vía satélite, era desconocida en Occidente hasta que se produjo el ataque a las Torres Gemelas, y el posterior bombardeo de Afganistán. En esa crisis, la televisión qatarí fue la que mantuvo un corresponsal en Kabul: Taysir Allouni lo que la convirtió en fuente de información imprescindible. La profesora de la Universidad de París X antes citada en su reciente obra “Al Jaazira espejo ambiguo y rebelde del mundo árabe” (2004) habla de este periodista como el icono de dicha cadena de televisión. Desde Febrero de 2001, la presencia de Allouni como corresponsal en Kabul, le abre el camino de la visibilidad internacional, con ocasión de la destrucción por los talibanes de los Budas Gigantes de Bamiyan, especialmente a raíz de los primeros bombardeos de Afganistán, dichos bombardeos introducen a Al Jaazira y a su reportero en millones de domicilios europeos y americanos. Allouni es el primer periodista árabe en dar fe en una completa exclusiva de un ataque llevado por las tropas americanas.”

El 26 de Marzo de 2003, aparece Allouni en las pantallas de Al Jaazira pero esta vez cubriendo la crisis de Irak, jugándose la vida entre los disparos y las bombas, demostrando así una profesionalidad fuera de toda duda, además de un gran valor y entrega a su trabajo como reportero de guerra.

….”Al Jaazira que en árabe quiere decir “la isla” marca la diferencia informativa entre la guerra del Golfo de 1991 y la de Irak en 2003. Entonces la CNN impuso su monopolio informativo para mostrarnos los fogonazos de los bombardeos sobre Bagdad, ahora con Tayisir Allouni y con Tariq Ayoub disponemos de una fuente alternativa, lo que no es poco para quienes creemos que el pluralismo es el camino más recto, aunque nunca seguro hacia la libertad de información.

Hasta la fecha de creación de Al Jaazira, los canales televisivos de noticias no existían en el mundo árabe, y la información la transmitían los canales oficiales controlados por oscuros funcionarios del ministerio de gobernación. Hoy la situación ha cambiado completamente. Por primera vez se puede hablar de información sin censura gubernamental.

En los debates en directo, esta cadena de televisión no oculta el odio hacia la administración Bush. Resulta paradójico que el emir de Qatar que permite que en su cadena se desarrolle un discurso que contradice su política monárquica, mientras que Al Jaazira da la palabra a las tribunas antisemitas, el emirato recibe una delegación de empresarios israelíes que reparten insignias con las banderas de Qatar, y mientras los locutores de la cadena critican la actitud del imperio yanqui hacia los árabes, Qatar acepta servir de cuartel general de las operaciones americanas contra Irak. La pregunta ¿Porqué es así? en el fondo es la historia de una monarquía millonaria que se ha dotado de una cadena libre para presentarse como el alumno aventajado de la globalización, y que además intenta sustituir o reemplazar a Arabia Saudí en el corazón de los americanos.”

Según un crítico árabe “Arabia Saudí no fue más que la puta de Estados Unidos, Qatar será su esposa legítima y Al Jaazira el arma democrática que apunta a la sien del reino wahabita y salafista de Arabia Saudí”.Este matrimonio de conveniencia entre una monarquía opulenta y un perfil de periodistas libres, es consecuencia del destino que puso en contacto unos periodistas reclutados principalmente entre los veteranos redactores de la sección árabe de la BBC y un emir.

Entre estos periodistas destaca Faisal Al Qassem, doctor en Literatura Inglesa, que ha alcanzado tal notoriedad al dirigir el Programa “Dirección Contraria” en el territorio de su influencia que es el equivalente como líder de opinión a lo que pueda significar Dan Rather en los EEUU, y donde trata a los jefes de los estados árabes de <>, tales declaraciones le costaron una suspensión laboral por período de tres semanas. Reconociendo el periodista a otro canal de televisión: “es cierto, me dejé llevar “que debe de haber olvidado que el dueño de la cadena el emir de Qatar se podía sentir aludido. Pero a pesar de todo, son todos <>, también es <> lo encontré muy sereno, pero él también <> no me van a hacer callar <> durante años dichos dictadores nos han impuesto el silencio, ni siquiera teníamos derecho de preguntar por el <>.

Otra cara amable de los informativos de Al Jaazira es Jadiya Bengana que tuvo que huir de la televisión argelina a causa de las amenazas que recibió por parte de los integristas de Argelia. Es una periodista crítica con los islamistas, afirmando que: “Tengo un punto de vista más crítico que alguno de mis colegas en lo que se refiere a los islamistas radicales, los he visto asesinar la razón demasiadas veces en mi Argelia natal”.

Al Jaazira ha logrado durante estos años convertirse en la principal televisión árabe temida y escuchada por los centros de poder medio orientales y occidentales. La irrupción de Al Jaazira en el teatro mediático del mundo árabe como la televisión de referencia en los últimos años, ha provocado que el mundo árabe haya asistido al nacimiento de cadenas de noticias Al Arabiya, Abu Dhabi televisión, y LBC Líbano, Plagiándola a su vez y por este mismo motivo, dando otro punto de vista, fomentando un contrapeso informativo.



Lo que se ha conseguido gracias a esta cadena, es que la sociedad civil árabe o magrebí se sienta hoy reconciliada con su lengua de origen (árabe) y más libre en un mundo árabe que hoy infunde en el observador atento a las realidades, unos sentimientos mezclados de repulsa, impotencia y desánimo, la reiterada brutalidad de los dictadores, militares y autocracias policíacas, la violación reiterada de los derechos humanos, las dificultades y obstáculos con los que tropieza la sociedad civil árabe al protagonizar su propia historia. Por este motivo, la singularidad de la cadena qatarí, consiste en hacer visible a los árabes por periodistas árabes formados y versados en las nuevas tecnologías con dominio de idiomas, que han roto con todos los tabúes, esquivando la censura, contestando la verdad de la unicidad del tirano, dando la palabra a gente vetada y critica.

Al Jaazira no ha variado con motivo de la guerra de Irak su línea editorial, su pluralismo informativo ligado al apoyo financiero del emirato de Qatar, y el seguimiento masivo de 55 millones de árabo-parlantes en todo el mundo, siguen siendo sus principales valores, incluido en el Poniente almeriense, según el corresponsal del periódico El Mundo, Juan Sánchez (28/03/2003) :”la expectación que suscitan las imágenes que ofrece la televisión Al Jaazira tienen un gran poder de convocatoria entre los inmigrantes musulmanes que con entusiasmo ven como el pueblo iraquí lucha con fuerza para expulsar a los invasores”, los magrebíes que frecuentan el bar Tonalu junto a la autovía del Mediterráneo a su paso por el término municipal de La Mojonera, reconocen que ven Al Jaazira porque <> y porque <>.

“Los inmigrantes magrebíes saben que no pueden hacer nada por evitar la guerra pero si por mandar energía positiva a los más débiles para que aguanten y consigan expulsar al invasor, por eso se reúnen noche tras noche frente a la televisión sabiendo que al otro día tienen que dirigirse a los invernaderos para recoger frutas y hortalizas, a veces desempeñando este trabajo en unas duras condiciones tanto económicas como laborales.”

Al Jaazira provoca reacciones dispares sobre su línea editorial desde que nació en 1996. Por un lado, su política informativa ha sido calificada de antiamericana, y anti-árabe; por otro, de pro-iraquí y pro-islamista. Esta línea informativa generosa con la resistencia iraquí ha tenido un doble efecto en la cobertura de Al Jaazira con la guerra en Irak, tiene repercusiones negativas ya que no tiene permiso para trabajar en países como Kuwait, Jordania, Arabía Saudí o Bahrein, cuyos gobiernos han clausurado sus delegaciones con el argumento de que se ofrecen informaciones lesivas.


A su vez el hecho de que Al Jaazira esté mostrando a todo el mundo, incluidas los cuatro millones de árabes que residen en EEUU, las imágenes de cadáveres de marines y prisioneros “aliados” capturados por la resistencia iraquí, han provocado la condena inmediata de Washington y Londres. El mismo Donald Rumsfeld denunció a Al Jaazira por violación de la Convención de Ginebra relativo al honor de los prisioneros de guerra, al difundir imágenes vejatorias. Las grandes cadenas norteamericanas que tienen contratos de colaboración suscritos con Al Jaazira para la utilización de sus imágenes, tales como CBS, NBC o CNN, han censurado total o parcialmente tales imágenes.

Al corresponsal habitual de la cadena qatari en Wall Stret se le denegó la entrada a la Bolsa, a partir de esas imágenes. Al Jaazira no es una televisión más, sino que se ha convertido en una fuente necesaria para el resto de los medios internacionales que cubren esta guerra, es decir, un mayorista de la información.

“Al Jaazira es un medio que extiende el campo de todo lo posible para el ciudadano árabe, participa en la politización de toda una generación que no ha conocido las derrotas de los regímenes árabes, ni la aparición fulgurante del islamismo, ni los años de plomo y de represión política de los opositores; rebelde y ambigua, la cadena qatarí es sobretodo una prueba que el sentimiento nacional árabe está vivo y puede expresar aspiraciones democráticas, es el producto de su entorno, es el reflejo de una región desestructurada, por la intervención colonial, traumatizada por el conflicto israelí y árabe, las guerras del Golfo, y las guerras fratricidas (Líbano, Yemen, Sudán, Argelia).

Una región como es la del medio Oriente, que es altamente rica y codiciada por sus yacimientos petrolíferos, que conoce desde 1990 una presencia de tropas americanas que no tiene parangón en la historia, una región ahorcada por el autoritarismo de sus elites dirigentes, apoyada o tolerada por Europa y las diferentes administraciones de Washington; así Al Jaazira es el reflejo de un malestar, de un resentimiento, de frustraciones y regresiones ideológicas, políticas y económicas de su entorno, sus excesos populistas y sensacionalistas o propagandistas dan fe de este entorno.

La empatía hacia el emirato de Qatar indica la dependencia financiera que encuentran hoy día los medios de prensa que emiten desde el mundo árabe, la defensa del teólogo y ulema Youssef Al-Qaradawi moderada por sí misma da cuenta del referente religioso, político e identificativo de algunos miembros de Al Jaazira. La fascinación respetuosa de la cadena hacia la Bolsa y el mundo de los negocios, traduce la ausencia de sensibilidad social de su dirección y su inscripción en un proyecto neo-liberal, sin embargo a pesar del emirato de Qatar el discurso religioso de Al-Qaradawi y el discurso neoliberal Dow Jones, Al Jaazira ha cambiado las condiciones de la información en el mundo árabe y le ha ofrecido un marco para conocerse mejor y confrontarse con el otro, denunciando la hegemonía imperial yanqui como imperio de la mentira (Ignacio Ramonet).

A diferencia de 1991 los espectadores árabes siguen los acontecimientos de Faluya y los de Gaza y Cisjordania en directo vía satélite y en árabe, y por periodistas mujeres las dos reporteras destinadas en los territorios ocupados de Palestina que según la socióloga y feminista marroquí, Premio Príncipe de Asturias, Fatima Mernisi son las más célebres y admiradas en el próximo oriente. Son Shirin Abu`qla y Jivara Al- Boudiri una de religión cristiana y otra de religión musulmana, y que en su trabajo diario han dado pruebas de profesionalidad y coraje enfrentándose muchas veces a los soldados del Tsahal, cubriendo los desmanes del ejército israelí hacia el pueblo palestino.”

Así, Olfa Lamloum expone: “…que Al Jaazira ha promocionado a la mujer árabe dándole el estatuto de reportera de guerra, desafiando la ocupación israelí y la censura de la autoridad palestina. Se trata de una iniciativa audaz en un espacio mediático árabe donde la mujer ha sido y seguirá a menudo siendo un objeto sexual, y un adorno televisivo, no obstante no se ha contentado para valorizar el valor de las mujeres en el espacio público y político, aunque la singularidad de la cadena qatarí ha sido el dar una voz a los árabes por los propios árabes en un mundo convulso. Al Jaazira representa un balón de oxigeno y una nueva fuente de libertad y pluralidad informativa cara a las manipulaciones retóricas y a la palabrería….”

domingo, 25 de mayo de 2008

EL SOCIALISMO, HOY. Por Héctor Vega*



EL SOCIALISMO, HOY.

Por Héctor Vega*
Hace muy poco, alguien me preguntó qué entendía por socialismo. Mi respuesta fue:El socialismo no se hace con una caja llena de dólares. Creer que se llegará a una sociedad igualitaria repartiendo más y mejor el producto del cobre, es reducir un proyecto libertario a una buena administración de recursos. Hoy compartimos con otros 10 países, el dudoso record de aquellos con peor distribución del ingreso en el mundo. En el período 1990-1997 nuestra economía creció a tasas muy elevadas pero sus frutos beneficiaron casi exclusivamente al 5% más rico de la población. Con esto se demostró que el mero crecimiento no derrota a la pobreza. Pero el socialismo no es sólo la lucha por la socialización de los medios de producción y de cambio. El socialismo es la conciencia crítica sobre la explotación capitalista, ello implica asumir el reto que plantea la solidaridad, un estado de vida donde la capacidad de desprendimiento y entrega, la lealtad, la pasión por el conocimiento y el trabajo, bases de la ética y del discurso libertario del socialismo, lleva a recorrer los caminos de la historia por una humanidad mejor, libre de ataduras y de fetiches – como el neoliberalismo – que hoy conduce a la destrucción de la humanidad.Ha llegado la hora, cuando decenas de millones de hombres, mujeres y niños mueren a causa del hambre, la pobreza, las guerras, y los desastres ecológicos cada año en el Tercer Mundo, de ponerse de pie y decir, ¡basta! ¡Es la hora de la humanidad! Como dijo Geraldo Vandre, un joven brasileño, quien muriera en la tortura “Quem sabe, faz a hora e nao espera acontecer” [Aquel que sabe, determina la hora y no espera el suceder]. Pues bien, decimos, esa hora ha llegado.*

Director Fortin Mapocho.com

DOS LOBOS HAMBRIENTOS Y UNA CAPEROCITA ROJA


Dos lobos hambrientos y una caperucita roja.
Por Fidel Castro Ruz
Una idea básica ocupaba mi mente desde mis viejos tiempos de socialista utópico. Partía de la nada con las simples nociones del bien y el mal que a cada cual le inculca la sociedad en que nace, lleno de instintos y carente de valores que los padres, en especial las madres, comienzan a sembrar en cualquier sociedad y época. [ ] Como no tuve preceptor político, el azar y la casualidad fueron componentes inseparables de mi vida. Adquirí una ideología por mi propia cuenta desde el instante en que tuve una posibilidad real de observar y meditar los años que viví como niño, adolescente y joven estudiante. La educación se convirtió para mí en el instrumento por excelencia de un cambio en la época que me tocó vivir, de la cual dependería la propia supervivencia de nuestra frágil especie. Después de una larga experiencia, lo que pienso hoy sobre el delicado tema es absolutamente coherente con esta idea. No necesito pedir excusas, como prefieren algunos, por decir la verdad aunque sea dura.Hace más de dos mil años, Demóstenes, orador griego famoso, defendió con ardor en las plazas públicas una sociedad en la que el 85 por ciento de las personas eran esclavas o ciudadanos que carecían de igualdad y derechos como algo natural. Los filósofos compartían ese punto de vista. De allí surgió la palabra democracia. No se les podía exigir más en su tiempo. Hoy, que se dispone de un enorme caudal de conocimientos, las fuerzas productivas se han multiplicado incontables veces y los mensajes a través de los medios masivos se elaboran para millones de personas; la inmensa mayoría, cansada de la política tradicional, no quiere oír hablar de ella. Los hombres públicos carecen de confianza cuando más la necesitan los pueblos ante los riesgos que los amenazan.Al derrumbarse la URSS, Francis Fukuyama, ciudadano norteamericano de origen japonés, nacido y educado en Estados Unidos y titulado en una universidad en ese mismo país, escribe su libro El fin de la historia y el último hombre, lo que muchos seguramente conocen, pues fue muy promovido por los dirigentes del imperio. Se había convertido en un halcón del neoconservadurismo y promotor del pensamiento único.Quedaría, según él, una sola clase, la clase media norteamericana; los demás, pienso yo, estaríamos condenados a ser mendigos. Fukuyama fue partidario decidido de la guerra contra Iraq, como el vicepresidente Cheney y su selecto grupo. Para él la historia finaliza en lo que Marx veía como 'el fin de la prehistoria'.En la ceremonia inaugural de la cumbre América Latina y Caribe-Unión Europea celebrada en Perú el pasado 15 de mayo, se habló en inglés, alemán y otros idiomas europeos sin que partes esenciales de los discursos se tradujeran por las televisoras al español o al portugués, como si en México, Brasil, Perú, Ecuador y otros, los indios, negros, mestizos y blancos —más de 550 millones de personas, en su inmensa mayoría pobres— hablasen inglés, alemán u otro idioma foráneo.Sin embargo, se menciona ahora elogiosamente la gran reunión de Lima y su declaración final. Allí, entre otras cosas, se dio a entender que las armas que adquiere un país amenazado de genocidio por el imperio, como lo ha sido Cuba desde hace muchos años y lo es hoy Venezuela, no se diferencian éticamente de las que emplean las fuerzas represivas para reprimir al pueblo y defender los intereses de la oligarquía, aliada a ese mismo imperio. No se puede convertir la nación en una mercancía más ni comprometer el presente y el futuro de las nuevas generaciones.La IV Flota no se menciona, por supuesto, en los discursos que se televisaron de aquella reunión, como fuerza intervencionista y amenazante. Uno de los países latinoamericanos allí representados acaba de realizar maniobras combinadas con un portaviones de Estados Unidos del tipo Nimitz, dotado con todo tipo de armas de exterminio en masa.En ese país hace unos pocos años las fuerzas represivas desaparecieron, torturaron y asesinaron a decenas de miles de personas. Los hijos de las víctimas fueron expropiados por los defensores de las propiedades de los grandes ricos. Sus principales líderes militares cooperaron con el imperio en sus guerras sucias. Confiaban en esa alianza. ¿Por qué caer de nuevo en la misma trampa? Aunque es fácil de inferir el país aludido, no deseo mencionarlo por no herir a una nación hermana.La Europa que en esa reunión llevó la voz cantante, es la misma que apoyó la guerra contra Serbia, la conquista por Estados Unidos del petróleo de Iraq, los conflictos religiosos en el Cercano y Medio Oriente, las cárceles y aterrizajes secretos, y los planes de torturas horrendas y asesinatos fraguados por Bush. Esa Europa comparte con Estados Unidos las leyes extraterritoriales que, violando la soberanía de sus propios territorios, incrementan el bloqueo contra Cuba obstaculizando el suministro de tecnologías, componentes e incluso medicamentos a nuestro país. Sus medios publicitarios se asocian al poder mediático del imperio.Lo que dije en la primera reunión de América Latina con Europa, celebrada hace nueve años en Río de Janeiro, mantiene toda su vigencia. Nada ha cambiado desde entonces excepto las condiciones objetivas, que hacen más insostenible la atroz explotación capitalista.El anfitrión de la reunión estuvo a punto de sacar de sus casillas a los europeos, cuando en la clausura mencionó algunos puntos planteados por Cuba:1. Condonar la deuda de América Latina y el Caribe.2. Invertir cada año en los países del Tercer Mundo el 10 por ciento de lo que gastan en las actividades militares.3. Cesar los enormes subsidios a la agricultura, que compiten con la producción agrícola de nuestros países.4. Asignar a Latinoamérica y el Caribe la parte que les corresponde del compromiso del 0,7% del PIB.Por las caras y las miradas, observé que los líderes europeos tragaron en seco durante unos segundos. Pero, ¿por qué amargarse? En España sería todavía más fácil pronunciar discursos vibrantes y maravillosas declaraciones finales. Se había trabajado mucho. Venía el banquete. No habría en la mesa crisis alimentaria. Abundarían las proteínas y los licores. Faltaba sólo Bush, que trabajaba, incansable, por la paz en el Medio Oriente, como es habitual en él. Estaba excusado. ¡Viva el mercado!El espíritu dominante en los ricos representantes de Europa era la superioridad étnica y política. Todos eran portadores del pensamiento capitalista y consumista burgués, y hablaron o aplaudieron en nombre de este. Muchos llevaron consigo a los empresarios que son el pilar y sostén de 'sus sistemas democráticos, garantes de la libertad y los derechos humanos'. Hay que ser expertos en la física de las nubes para comprenderlos.En la actualidad, Estados Unidos y Europa compiten entre sí y contra sí por el petróleo, las materias primas esenciales y los mercados, a lo que se suma ahora el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado que ellos mismos han creado con las voraces e insaciables sociedades de consumo. Dos lobos hambrientos disfrazados de abuelitas buenas, y una Caperucita Roja.Fidel Castro RuzMayo 18 de 200810 y 32 p.m.