sábado, 12 de abril de 2008

“PODRIAMOS RECREAR AL-ANDALUS EN LA PALESTINA ISRAELÍ”


12 Abril, 2008
PODRIAMOS RECREAR AL-ANDALUS EN LA PALESTINA ISRAELÍ”
Tariq Alí: “Irak ha sido un total y absoluto desastre para Occidente”
“En toda la Europa Occidental, donde se registra parte de esa islamofobia, se piensa que los musulmanes no son buenas personas”


“La única solución para Palestina pasa por un único estado”

InformativosTelecinco.com
Tariq Alí transmite una gran energía y fuertes convicciones. Este escritor y periodista paquistaní es uno de los intelectuales de izquierdas más combativos intelectualmente. Es colaborador habitual de The Guardian y editor de la revista New Left Review. Autor de más de una docena de libros, acaba de presentar su última obra, Piratas del Caribe, su visión sobre la situación política en América Latina. Informativos Telecinco.com habló con él de la actualidad internacional.

Tras la reciente elección del nuevo primer ministro pakistaní, ¿qué cambios requiere el país de inmediato? ¿Podrán realizarse en los próximos meses?


Hay muchos cambios por hacer en Pakistán. Hay un 70 por ciento de analfabetismo, no hay seguridad social para los pobres, hay desnutrición… Las últimas cifras emitidas por Naciones Unidas dicen que, a consecuencia de la desnutrición, la altura del ciudadano medio está descendiendo progresivamente. Y eso no había pasado desde hacía muchísimo tiempo. Por otro lado la élite de Pakistán está orgullosísima porque se ha abierto el primer concesionario de Porsche en Islamabad. Así que sí, hay muchos problemas, pero las personas electas no son capaces de solucionarlos. Son políticos corruptos, han sido corruptos antes de serlo y volverán a ser corruptos de nuevo. Así que no soy optimista. Pero la gran batalla que se ha librado en Pakistán durante los últimos años ha sido la lucha por una judicatura libre e independiente. Una lucha que no apoyaron ni Estados Unidos ni la Unión Europea. Puestos a discutir la situación del mundo, imaginemos: si Chávez hubiera declarado el estado de emergencia y despedido a tres cuartas partes de los jueces del Tribunal Supremo, y mandado a la mayoría de los jueces a la cárcel, ¿se imagina la repercusión mediática que algo así habría tenido? Si sucede en Pakistán, donde no hay un gobierno electo, sino una dictadura militar, como es un aliado de Estados Unidos, un juez puede decretar la privatización de la industria del acero ilegal, el arresto de la gente bajo cargos de terrorismo sin pruebas ilegal,…. hasta la posición del propio Musharraf, tanto como presidente como comandante en jefe del ejército. Ilegal, fuera. Y la embajada de Estados Unidos dijo que lo entendiéramos. Este es el mundo de doble rasero en el que vivimos. Así que esos partidos de la oposición que ganaron las elecciones prometieron que una vez que las ganaran lo primero que harían sería restaurar la judicatura. Ya veremos. Han sacado a los jueces de las cárceles, han realizado arrestos domiciliarios, pero hasta ahora no han sido restituidos. Y la embajada americana está presionando mucho a esta gente para que no restituyan al Presidente del Tribunal Supremo.

¿Qué supuso la muerte de Benazir Bhutto?


Ella fue primera ministra de Pakistán en dos ocasiones, y era totalmente corrupta. Un cero a la izquierda. Se la acusó de corrupción y, en lugar de quedarse en Pakistán y hacer frente a los cargos, volvió al exilio. Hubo tres cargos más contra ella: en el Tribunal Suizo, en un Tribunal de Barcelona y en un Tribunal de Londres. Total y absolutamente corrupta. Los americanos querían a un político de confianza para trabajar con el General, así que la llevaron a Washington, la blanquearon y los medios de todo el mundo la convirtieron en una princesa, en una nueva Madre Teresa y en una luchadora de la democracia. Yo la conocía desde que tenía doce años, la conocía bien. Y después la mataron. Y yo culpo a los americanos por enviarla de vuelta,¿por qué enviarla de vuelta a sabiendas de la situación en Pakistán?Y ahora se la ha convertido en un mito…
Pero no por mucho tiempo.Se han cumplido cinco años de la ocupación de Irak, a la que no se ve fin, y el país y la vida de sus habitantes va cada día a peor.


¿Cuál es el futuro de Irak?


Irak ha sido un total y absoluto desastre para Occidente. Pero hay un problema adicional: todos conocemos las cifras. Más de un millón de civiles iraquíes muertos. Dos millones de heridos. Dos millones y medio de refugiados en países vecinos. ¿Y qué hace Occidente al respecto? ¿Qué hace la opinión del público occidental al respecto? ¿Qué hacen los ciudadanos de los países occidentales? Nada. Absolutamente nada, al margen de una pequeña minoría. Y eso es muy revelador acerca de la psicología política occidental. ¿Por qué no hacen nada? Porque todas esas personas son musulmanas. Y esa es una forma de islamofobia. En toda la Europa Occidental, donde se registra parte de esa islamofobia, se piensa que los musulmanes no son buenas personas. Dicen, “sí, un millón han muerto, eso no está bien, pero ¿y qué?” ¿A cuánta gente mató Miloševic o sus tropas? Menos de dos mil. Proceso en La Haya, ¿A cuánta gente mataron Bush, Blair o Aznar? A nadie le importa. Es un mundo de dobles raseros. En relación a la cuestión de Palestina, que no está lejos de allí, Gaza es como un ghetto total: hay tropas que bombardean, masacran y disparan a la gente, matan a niños… y no importa. A Europa no le preocupa porque todos los palestinos son terroristas. Es el mismo fenómeno, y revela que básicamente, la población europea no ha aprendido nada del lado de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. En lugar de entender su lado permiten que este tipo de cosas sigan pasando. Todo ese ¡Oh, el Holocausto, pobres judíos, los matamos, lo sentimos! Sí, deberías sentirlo porque al fin y al cabo los matasteis vosotros, no los árabes. Vosotros los matasteis. Pero, ¿de qué sirve sentir algo que sucedió hace 50 años cuando se siguen tolerando cosas que están pasando hoy en día? Esa es la cuestión. Así que no se trata solo de Estados Unidos, sino de Europa.

Los palestinos se sienten muy abandonados por Europa…


¡Es que están abandonados! A los europeos no les importan en absoluto los palestinos. A la mayoría de los europeos, quiero decir. Cuando digo ‘europeos’ me refiero a la Europa mayoritaria y a los medios establecidos. Claro que hay una minoría. Pero consideremos los países europeos de una forma sistemática: en Francia, por ejemplo, la inteligencia francesa no trata nunca en serio el tema palestino, no es asunto de discusión. Alemania lo mismo, por razones especiales. En Gran bretaña es mejor y en España un poco mejor, pero no tanto. Hace poco estuve en un seminario sobre Palestina e Israel organizado por la Fundación Tres Culturas en Roma, y estaba el antiguo Ministro de Exteriores israelí Shlomo Ben Ami, José María Ridao y yo. Estábamos comiendo en privado después del acto Y aunque yo me había mostrado muy duro, curiosamente y para mi sorpresa estaban de acuerdo con casi todo lo que había dicho, porque saben que es verdad. Conocen la verdad. Ridao decía “Sí, pero cuando Clinton ofreció llegar a un acuerdo en Camp David, aquel fue un buen acuerdo, los palestinos…” y el ministro israelí le cortó: “Se equivoca. No fueron los palestinos, fuimos nosotros. Y los españoles deberían entender lo que está haciendo Israel”. Se estremeció totalmente, de pies a cabeza, ¡porque ésa es la verdad! No importaba cuando yo lo dije, pero sí cuando lo dijo el antiguo primer ministro de Israel. Así está la situación en Palestina. Hay una ceguera generalizada en Europa, a la que no preocupa el sufrimiento palestino.Y se culpa a Hamás


Sí, los europeos culpan a Hamás pero ¿por qué llegó al poder Hamás? Eso no se lo cuestionan. No es que fueran por ahí arengando “Esta es la corona sagrada, venid e inclinaos ante ella”. Esgrimieron el hecho de que la autoridad palestina era corrupta y colaboracionista, que los israelíes estaban legitimando el asesinato y que nadie hacía nada. Y era verdad, y por eso ganaron [las elecciones], todo el mundo lo sabe. Y en el momento en que ganaron la Unión Europea les cortó la financiación, tratándoles como a una ONG: “No nos gustáis así que no os damos dinero”. Así que desde hace algún tiempo soy de la opinión que la única solución para Palestina pasa por un único estado. Porque los palestinos nunca conseguirán un estado igualitario, nunca. Los israelíes se afanan ahora en llegar a acuerdos con el Banco Occidental, de forma que sean intocables. Así se lo reconozco públicamente a Hamás. Algunos de sus miembros me preguntan, ¿qué harías tú en nuestro lugar? Y les contesto: os diré lo que yo haría: dispersaría a la Autoridad Palestina porque no es una Autoridad, no tiene poder. Diría que no tenemos poder, vivimos en estas ciudades y estamos preparados para hablar con cualquier entidad. Y queremos ser ciudadanos. Poned la pelota en el tejado de Israel, a ver qué pasa. No son un estado, eso es cierto. ¿Por qué pretender serlo?
Muchas veces la gente me pregunta, sobre todo en Estados Unidos: usted que ha escrito novelas sobre Al-Andalus, ¿cree que Al-Andalus podría recrearse? Y yo digo, “en España no, eso es ridículo, pero podríamos recrear Al-Andalus en la Palestina israelí siempre que haya voluntad para ello: tienes judíos, musulmanes y cristianos”. Y de momento puede parecer una utopía, pero algún día esperemos que suceda así. En mi opinión no hay otra solución, ninguna otra alternativa es posible.


¿Cree que Irak podría convertirse en un nuevo Vietnam o Somalia para Estados Unidos?


No. Ni en uno ni en otro. En Vietnam había una resistencia unificada liderada por comunistas. Una resistencia formada que podía dirigirse directamente a la población americana. De hecho los líderes vietnamitas así lo hicieron. Cada vez que se pronunciaban decían “apelamos a los ciudadanos americanos”, “mirad lo que está pasando aquí, mirad lo que vuestro país está haciendo”. Cada dos por tres realizaban retransmisiones dirigidas a los soldados americanos en Vietnam diciendo “sois pobres, sois negros, ¿por qué os preocupa tanto lo que vuestros jefes dicen contra nosotros? Nadie en Irak hace ese tipo de propaganda. Así que, siendo totalmente sinceros, tenemos actualmente en Irak el siguiente problema: los partidos políticos representan distintos intereses de clase; los partidos que colaboran con Estados Unidos quieren aprovechar la situación para hacer dinero; y Muqtada Al Sader representa a las facciones más pobres de la sociedad iraquí, que no arriesgan nada ni con el neoliberalismo, ni con la industria: son pobres y quieren fuera a los extranjeros. Pero tampoco tienen una mayor visión social. Una cosa con la que todo Irak –o al menos el 90 por ciento– está de acuerdo es que quieren a los extranjeros fuera de su país, porque su presencia ha supuesto un desastre para ellos. Lo que pondrán en su lugar no lo sé, y cómo se irán los americanos… es una cuestión difícil. Lo que les gustaría hacer es dejar bases en el Norte de Irak y efectiva aun no legalmente, de facto, tener tres partes de Irak. La Irak chií, que es un protectorado iraní, Irak central, que es un protectorado saudí e Irak del Norte, que es un protectorado americano e israelí. Eso es lo que les gustaría. Si lo lograrán o no, no lo sé, pero eso es lo que quieren.


¿Quiénes son los Piratas del Caribe?


Los Piratas del Caribe son Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales… Últimamente también se puede añadir al grupo a Rafael Correa de Ecuador, al obispo rojo de Paraguay y a muchos otros que aún están a la espera. Estos son los más conocidos.


¿Por qué piratas?


Porque desde una perspectiva histórica, los piratas fueron ciudadanos del mundo, hombres libres que libraron una batalla en los océanos contra la Marina británica y española. Se organizaron libremente: había hombres de todos los rincones del mundo a bordo de esos barcos. Los navíos piratas eran lugares libres, y eso era lo que atraía a esas gentes. Hoy en día tenemos a Bolivia, Cuba, Venezuela, Ecuador… Son espacios en los que la misma gente que luchaba contra los piratas en el siglo XVIII luchan ahora contra ellos.Pero los piratas del siglo XVIII no se ayudaban mutuamente…


Sí, es cierto, esa es la gran diferencia. Por ello el título, Piratas del Caribe, es después de todo, simbólico. Pero estos piratas se ayudan los unos a los otros, lo que significa que el mundo ha evolucionado.Afirma que la parte más importante del libro es la llamada “Eje de la esperanza”…


¡Sí, hay esperanza para el mundo! El mundo se ha convertido en un lugar, tras el gran triunfo del capitalismo en 1991, en el que mucha gente dice que si no podemos hacer nada, que si no hay alternativa, que si hemos de limitarnos a luchar nuestras propias pequeñas batallas, que si hagamos solo lo que podamos, que si no hay esperanza global… Y lo que los sudamericanos han hecho es demostrar que es posible tener ideas diferentes y ganar las elecciones apoyándose en ellas, mientras que Europa, a ese nivel, está muerta.Parece que los políticos del resto del mundo están alejados de la gente…


Ellos están muy próximos a la gente. Chávez, Morales, Rafael Correa y Fernando Lugo en Paraguay prometen a la gente que de ser elegidos, cumplirán sus promesas, e intentan hacerlo así. Eso es algo que ya no hacen los políticos de occidente, donde ni siquiera llegan a prometer algo diferente. Todo lo que los políticos se limitan a decir en España, Gran Bretaña, Italia… es “si resultamos elegidos llevaremos el sistema de forma más eficiente”. Y eso es todo. “Seremos menos corruptos”, lo que no es cierto. Pero lo prometen. Lo que no pueden decir es “intentaremos cambiar el sistema, alterar su equilibrio, redistribuir la riqueza”… Eso es inconcebible bajo el Consenso de Washington. Sin embargo en Sudamérica es posible de nuevo, y por eso es por lo que intentan aplastar a Chávez.


¿Cree que es posible que no haya corrupción?

No, hay corrupción, por supuesto que la hay. Pero intentan detenerla. Trabajan contra obstáculos de peso, y hay muchos problemas. Pero lo intentan, y les dicen muy abiertamente a los Estados Unidos “no haremos lo que nos decís”. Cuando Rafael Correa dijo a los americanos “quiero que retiréis vuestras bases militares de Ecuador”, los americanos se enfadaron mucho y dijeron “Esto es un ultraje”. Correa dijo “de acuerdo, seamos iguales. Podéis tener una base en Ecuador siempre que nosotros podamos poner una base militar ecuatoriana en Miami”.


¿Cómo responder a eso?¿Qué le diría a la gente que acusa a Chávez de populista?

Chávez es un político electo que ha hecho promesas e intenta cumplirlas. Él introdujo en Venezuela la Constitución, que probablemente es la más democrática del mundo y según la cual si a un cierto número de ciudadanos no les gusta su presidente pueden destituirlo. Cuando Chávez propuso esta Constitución la oposición venezolana se resistió a ella: “¡No, no queremos esta Constitución!”. Pero la mayoría de la gente votó por ella, así que se aprobó. Entonces la oposición intentó usar esa Constitución para deshacerse de Chávez y fracasó. Así que la situación en Venezuela y lo que allí ha sucedido en los últimos tiempos es bastante increíble. Y la forma en la que los medios occidentales se han referido a todo ello: “dictador”. ¿Quién es un dictador? Ha sido elegido cinco veces de formas distintas. “Populista”, ¿qué significa eso? ¿Qué es carismático? Bueno, no es culpa suya, ser carismático siendo un líder popular. Si Bush fuera más carismático quizá también sería “populista”. El caso es reclamar por cualquier cosa. La mayoría de la gente que utiliza la palabra populista ni siquiera sabe lo que eso significa. Científicamente comprobado.


¿Cuál cree que es la influencia de Fidel Castro en América Latina?

Fidel Castro es un líder revolucionario surgido en la mitad del siglo pasado. Fueron una época y un período distintos que produjeron gente como Castro, Guevara y otros. Gente que derrotó a Estados Unidos. Echaron a los americanos de una isla pequeña, no lejos de Florida, lo que generó una ola de esperanza porque Cuba hasta entonces había sido un burdel para los americanos y las mafias. Así que Castro creció en circunstancias muy diferentes y entonces los americanos intentaron derrocarlo, por lo que cayó en brazos de los rusos, quienes lo apoyaron por las razones equivocadas. Y como resultado sufrió parcialmente. La revolución cubana en sus primeros años, desde 51 hasta 57, fue bastante abierta. Si echas una ojeada a revistas, a películas,… fue bastante emocionante. Pero en términos de la transformación de Cuba, en la salud, la educación, igualdad de oportunidades para los pobres,… es asombroso. Le pondré un ejemplo: cuando hace unos años hubo un terremoto en Pakistán, mi país, murieron miles de personas. Muchos miles vivían en aldeas remotas entre las montañas, sin médicos. Los cubanos enviaron diez mil médicos, más de lo que enviaron todos los países occidentales juntos, la mitad de ellos mujeres. Y cuando llegaron a esas aldeas, la gente no se lo podía creer. Así la relación de estas mujeres médicos con esas gentes llegó a hacerse muy estrecha, y finalmente aquellos pobres campesinos, analfabetos, sin saber leer ni escribir, empezaron a preguntarles a los cubanos: “¿Quiénes sois? ¿De dónde sois? ¿Dónde está Cuba? No sabemos dónde está Cuba”. Y los médicos cubanos se lo explicaron. Hay una anécdota muy divertida: una de las doctoras cubanas les dijo “Tenemos un líder llamado Fidel Castro, ¿queréis ver su fotografía?”. “Sí, sí, enséñanosla”, le respondieron. Y les enseñó una foto de Fidel, y una mujer pakistaní dijo: “Ah, en una aldea a unas 10 millas de aquí tienen barbas como esa”. Ese es el mal que puede hacer un país. Y enviaron veinte mil médicos a Venezuela cuando tuvo lugar la huelga de la clase media contra Chávez. Eso ya es algo en este mundo de hoy en día. No lo es todo, pero es algo, y no deberíamos olvidarlo.

viernes, 11 de abril de 2008

HAY FESTIVAL ALHAMBRA 3-6 ABRIL 2008

Miguel Ángel Aguilar y Mustafa Akalay Nasser
JUAN CRUZ DEL PAIS, DANIEL MORDZINSKI FOTOGRAFO DEL PAIS SEMANAL,Y Mustafa Akalay Nasser

Hay Festival Alhambra

GRANADA
3-6 abril 2008

el hay festival ha sido concebido para compartir historias e ideas y para reunir a la gente.Es una mezcla de cultura y diversión que tiene como objetivo desafiar ideas preconcebidas y explorar nuevos mundos .Y qué mejor lugar que la Alhambra para embarcarnos en un viaje árabe europeo lleno de riqueza y escuchar las muchas voces que, a través de historias cercanas e íntimas, nos permiten comprender lo personal más allá de la historia y del periodismo.
Puedes entrar a hayfestival.com/alhambra.
Entre los parcipantes había Juan Goytisolo, Miguel Ángel Aguilar, Juan Cruz.
Las fotos estoy con Miguel Ángel Aguilar. Juan Goytisolo, y Juan cruz y el fotógrafo hay festival Daniel Mordzinski.

A CORAZÓN ABIERTO, POR MUSTAFA AKALAY NASSER

Juan Goytisolo y Mustafa Akalay Nassar

A CORAZÓN ABIERTO,

Texto leído por Mustafa Akalay Nasser en el salón de actos del Instituto Severo Ochoa en la primera semana de marzo del 2006(miércoles, día 1 de MARZO) con ocasión de la inauguración del Espacio Museo Mohamed Chukri en dicho instituto español en Tánger.
MOHAMED CHOUKRI, EL RECUERDO DE UNA GENERACIÓN DESHEREDADA. IN MEMóRIAM


Repasar, aún de forma somera la figura de Mohamed Chukri, es tarea que sorprende gratamente. Pocas veces toparemos con una trayectoria o experiencia literaria tan atípica, singular y prolífica, como la de éste abanderado de la picaresca árabe y escritor del Tánger subterráneo, es decir el mundo de lo marginal, que nos abandonó, después de una larga enfermedad, el 15 de noviembre de 2003. Vaya en su memoria este repaso a su obra literaria.
Su fallecimiento constituye la perdida de un brillante símbolo de la cultura tangerina, prueba de ello el siguiente comentario del columnista de la Opinión de Granada José Luis Serrano:” Con Choukri, este otoño, Tánger se ha vuelto a morir.”
La primera vez que conocí a Chukri, fue en la década de los setenta, cuando ejercía de bibliotecario en el instituto de secundaria “IBN BATOUTA” de Tánger y nos aconsejaba la lectura de los clásicos cuando íbamos a prestar los libros, pero fue en París en mi época de estudiante de urbanismo, y en los años ochenta donde nos hicimos grandes amigos, con ocasión de su memorable paso por el programa televisivo francés : Apostrophes, dedicado a los libros y dirigido entonces por Bernard Pivot, y a raíz de la traducción al francés por Tahar Benjelloun de su historia novelada el pan a secas y no el pan desnudo
Dicha obra autobiográfica "Al-jubz al-hafi", editada en árabe por el propio autor, no aparecería en francés hasta 1982.Primero se había publicado en inglés por el que fue su descubridor, el conocido escritor americano y miembro de la Beat Generation: Paul Bowles con el titulo "For Bread Alone en 1973.
La versión española se editó en el mismo año que la francesa, y fue prologada por nuestro amigo común Juan Goytisolo.
A los principios de los años noventa tuve la gran satisfacción de traducir al castellano un capítulo del segundo tomo de su obra Vivir en el tiempo de los errores, y acompañarlo en sus conferencias impartidas en Granada, Motril, y Almería, tanto como ponente o declamador de su prosa.También colaboré con Chukri en las revisiones y pruebas de sus textos.corría el mítico año de 1992, el año de los fastos de Barcelona y Sevilla.
Los temas preferidos del desaparecido escritor, fueron los concernientes al mundo marginal, tal y como lo expuso en una rueda de prensa con los medios granadinos en 1997.
“Soy hijo de las barracas, y de la podredumbre, pertenezco a una clase sin clase donde en principio escribir me parecía un prestigio social, aunque luego lo vi como un arma. Para mí la escritura es una denuncia, no un esnobismo, escribo sobre los temas de la marginación que imperan en una ciudad como Tánger: robos, prostitución, paro… La desesperación de una juventud diplomada pero que no puede trabajar y está abocada a expatriarse y a morir en el estrecho como espaldas mojadas. “
El autor Chukri en un texto inédito* hasta entonces titulado “el mediterráneo, un espacio de migraciones y exilios”, expuso lo que sigue: “todavía hoy el mediterráneo es un espacio de exilio, de migración. El hambre no es tan violenta como en el pasado, pero ha dejado paso a sus secuelas: el marasmo económico, la elevada tasa de paro, los desastres ecológicos, la guerra étnica, todos los vectores del mismo efecto inhumano y fuente de desestabilización.
Estos factores están en el origen del desplazamiento masivo y con frecuencia incontrolado de hombres en una geografía perturbada por la historia antigua y moderna, por las ideologías y los sistemas económicos.
Así, se vuelve difícil hablar actualmente del porvenir del mediterráneo sin vernos enfrentados a esta siniestra realidad.
El escenario actual es sombrío, casi apocalíptico. Todavía hoy, me veo obligado, moral y humanamente, a denunciar el fenómeno de “las espaldas mojadas” y el fenómeno de “las barcas de la muerte o pateras”.
La inmigración ha cambiado de cara: se ha convertido en silenciosa y mortífera. Si la inmigración fue, en el pasado, una prueba iniciática que acrecentaba el humanismo de la persona y le permitía pasar de un estado de indigencia a un estado de enriquecimiento , se ha convertido actualmente en una antecámara de la muerte , real y metafórica . La candidatura de la emigración es una candidatura a la muerte .Expulsado por las carencias y la sequía, arrojado en brazos de la aventura, el inmigrante no lleva con él más que un rayo de esperanza y un asustado soplo de dignidad.Conozco los asuntos de la vida errante, yo también he sido perseguido por niños y viejos, pero me fue dado aprender la lengua de mis perseguidores. Es verdad que intentaba disimular mi acento para ocultar mi origen indeseable en una sociedad que despreciaba a los rífenos. Pero terminé por triunfar sobre esta lengua estructurada y poderosa, clara y extranjera .La sometí a mi ley. La vencí.”(*Texto que presenté por primera vez junto al autor Chukri, en el centro de investigaciones etnológicas Ángel Ganivet de Granada el día 21 de marzo de 1997 con ocasión de unas jornadas dedicadas al norte de Marruecos).
Mohamed Chukri, rifeño de nacimiento y tangerino por residencia, fue considerado como uno de los sólidos valores de la narrativa magrebí como lo demuestra su extensa y prolífica producción literaria que tuvo sus comienzos a mediados de los años sesenta.
Abarca tanto novelas , como relatos breves y teatro, publicó diversos ensayos en revistas árabes de crítica literaria ,así como traducciones al árabe de poetas españoles, tales como los hermanos Machado, Miguel Hernández , Federico García Lorca , etc. También escribió acerca de sus vivencias con “los malditos”:Jean Genet y Tennesse Williams.
Aunque su obra más célebre y traducida a más de quince idiomas fue al-jubz al hafi (el pan a secas), fue rechazada por los editores árabes aduciendo estos la inmoralidad pornográfica que en ella se reflejaba. La publicación de esta obra, supuso una conmoción en el panorama literario árabe, esta autobiografía novelada como le gustaba designarla, es un relato duro, cruel, sin concesiones de la lucha diaria de un niño por sobrevivir en una zona castigada por largos años de sequía y hambruna: el Rif y una ciudad internacional: Tánger donde se codeaban millonarios, aventureros, mafiosos, espías, artistas, bohemios, desalmados y escritores de “la Beat Generation”.
En junio de 1996, publicó un texto de memorias en árabe sobre Paul Bowles y su destierro en Tánger, en el que Choukri haciéndose pasar por Michel Foucault, Tzevetan Todorov, Julie kristeva, Edward Said, Hicham Djait, desarrolla una crítica radical contra el orientalismo como discurso construido por el líder de “la Beat Generation”, el dandy Bowles.
Discurso a su vez que ha fracasado como instrumento de poder que sostiene la empresa del colonialismo y el paternalismo.
La imagen de oriente, en este caso Tánger, está compuesta por fragmentos intertextuales, superpuestos como un filtro, es una figura construida, no un yo verdadero.
Detrás del exotismo cuántas veces no hay otra cosa que racismo más algo de lírica. Debajo de esa palabra, un mundo sometido, un zoológico a reconstruir, a definir.Otras colaboraran a ello, serán inventadas prácticamente en el mismo marco y juego, piénsese en una antropología definiendo al primitivo, al salvaje o al bárbaro unida a la historia.
El orientalismo no es más que el estilo y discurso occidental para dominar a oriente según Edward Said.
La vida de Chukri está relacionada fundamentalmente con la ciudad de Tánger, aunque no nació en esta ciudad, estuvo predestinado a residir en ella, y ambos se pertenecen. Dicha ciudad aparece por doquier en su obra literaria como un tema recurrente.
El territorio de Chukri es un mundo de adversidades, presenta quiebras, altibajos, rupturas, crudeza no exenta de ternura, marginación y violencia.
Chukri recurría a la transgresión para recuperar la inocencia perdida y a través de la impureza y violencia del texto contaminaba fecundamente la lengua árabe con palabras o kalimat en tafinagh o tarifit, en castellano y en árabe dialectal, infringiendo las leyes sagradas de la gramática.Decía,que las lenguas evolucionaban con el uso que de ellas hacen los hablantes, y no con los academicismos establecidos. En eso tenía un punto común con García Márquez.
En su obra El pan a secas, nos habla de una desgarradora vivencia personal respecto a su padre, de un mundo familiar hecho de violencia y miseria (malos tratos, hambre, etc) en el que sobrevivir fue la principal tarea cotidiana:”yo le insultaba en mi imaginación.Si no hubiera sido por la imaginación, habría reventado.”
En esta autobiografía, Chukri intenta recuperar y reconstruir el pasado logrando transformar su experiencia vivida mental y oral en escritura. Analfabeto hasta la edad de 21 años. Se preocupó de perseguir su memoria en lugar de construir mundos imaginarios, en sus escritos cuenta los hechos que a él le han sucedido en los lugares y ambientes en donde se produjeron, describiendo siempre los acontecimientos diarios, y las situaciones marginales.
Siguiendo a Dris Guzmán: “¿Cómo leer sin estremecimiento un libro autobiográfico escrito en el más descarnado a la vez que en el más lírico y efectivo realismo con el que el autor narra sus primeros veinte años,- un joven rifeño sin más fortuna que inteligencia para sobrevivir- transcurridos en el Marruecos Español, la Argelia francesa y el Tánger ciudad internacional, durante los años cuarenta y cincuenta?
Para un conocedor elemental de la literatura española de los siglos de oro, la comparación con el arquetipo literario y vital del pícaro constituirá una motivación complementaria a la hora de internarse de la mano del joven Mohamed, haciendo esta vez de guía ocasional para el temeroso y fascinado viajero lector, por los laberintos callejeros de las medinas norteafricanas, y por el cúmulo de aventuras, en pos de ganarse la sola existencia, en que se verá envuelto el protagonista.
En su singularidad, este testimonio ciñe lo literario a unos efectos realistas que, para la conciencia creadora de Mohamed choukri-autor, despiertan sus propios recuerdos, en calidad de material fundante de la personalidad pero también de su posterior transformación en discurso artístico. La memoria es lógicamente el motor que da forma y contenido al relato a lo largo de su desarrollo; y no es una memoria que se limite a informar de lo biográfico, sino que en el hecho mismo de hacerlo, según observa Juan Goytisolo en el prólogo a esta edición, se implican categorías de una denuncia tanto cultural y moral como lingüística. Denuncia que supone desde esta perspectiva una valoración marginal de la narración si nos atenemos al contexto, asimismo cultural, moral, lingüístico y, en última instancia, ideológico, del que surge: el mundo árabe y en particular el Marruecos colonial hoy ya independizado”. (Ver Dris Guzmán, no problema, no paranoia. revista puerta oscura nº ¾ Málaga).
Atrapado en una sociedad cuyos valores morales y burgueses, le dan asco y le repugnan, no duda en denunciar los principales problemas que acechan a Marruecos a través de la descripción que padece Tánger (decía no añorar en absoluto el mito creado en torno a esa ciudad cosmopolita y lugar de cita de intelectuales y artistas porque en esa época él pasaba hambre y dormía en los cementerios)
En su novela Rostros, Amores y Maldiciones, el autor Chukri se introduce en el interior de la miseria de esas gentes que viven en Tánger.
Su prosa desgarrada, aguda, precisa, alcanza sus mejores momentos para relatar el perfil interno y externo de quince personajes que se encuentran y se pierden en la geografía nocturna y áspera de una ciudad literaria que ya no es ni mucho menos lo que fue Tánger.
Esta es una ciudad abandonada y derrotada, ahora es la ruina la que va devorando las fachadas de los edificios modernos, el Bulevar Pasteur ya no es el de antes, el de los tiempos en que los hindúes vendían relojes de marca y equipos de radio de importación. Se han ido y las tiendas están desprovistas, los géneros de imitación o de segunda mano y los mostradores anticuados,…jugadores extranjeros, extraviados, alcohol, drogas, delincuentes, prostitutas, pícaros, guías clandestinos, pensadores irreverentes etc.,..Seres en la frontera de la marginalidad deambulan por las páginas de Choukri intentando reconocer un oscuro túnel del sentido de la supervivencia, de la dignidad y paradójicamente de la alegría.
Murió con 68 años, como Jean Genet, dejó el cadáver de un señor mucho mayor.A su entierro en el cementerio de al Marshán acudió la Tánger menos convencional. Los amigos fueron a despedir a un gran escritor. También acudieron los que suelen aprovechar cualquier ocasión para hacerse notar, pero no tuvieron nada que hacer. Quienes ansiaban protagonismo entre plañideros o llorosos encontraron el silencio.
Cuando el féretro se aproximó a la fosa, sólo se escuchó: ¡adiós Choukri! y ahí acabó todo. El homenaje más breve que cabía imaginar para una vida colmada de excesos.
Una existencia de resaca permanente ahogada en alcohol, que supo sin embargo encontrar el significado de la lucidez. Así lo atestiguan muchas de sus frases predilectas, como “he comprado mi hambre” o “soy el enano de mi mismo”.
Más allá del personaje que algunos quisieron explotar obviando su escritura, la verdadera genialidad de Chukri brilló siempre en los antros o bares, en compañía de sus fieles lectores y admiradores, que nunca le permitieron un resbalón. Extraño espíritu indómito, coherente con si mismo y trasgresor hasta la muerte. Con él:” Tánger se ha vuelto a morir.”
POR MUSTAFÁ AKALAY NASSER, ENSAYISTA, URBANISTA Y GESTOR CULTURAL.

jueves, 10 de abril de 2008

JAYALAT ANDALUSIA ACTUO EN TETUAN


JAYALAT ANDALUSIA ACTUO EN TETUAN

Ayer martes , tuvo lugar la actuación del espectáculo de fusión JAYALAT ANDALUSIA en el homenaje que la radio televisión marroquí ofreció a Amin El Akrami , Director de la Orquesta andalusí de Tetuán.

En el acto intervinieron diversos artistas marroquíes y se hizo una visión de todo el trabajo profesional y artístico de akrami , culminando con la única actuación extranjera del programa como fue la del grupo Flamenco DUENDE que actuó junto con la orquesta andalusí de Tetuán , ofreciendo el espectáculo JAYALAT ANDALUSÍA que hizo las delicias de los espectadores que llenaron el Palacio El Jardín.

Patricio González mostró su satisfacción por la consolidación de este espectáculo de fusión que tendrá su continuidad el próximo día 15 de Mayo en el edificio Kursaal dentro de un ciclo cultural de música que tendrá lugar en el mes de mayo organizado por la FUNDACIÓN Dos Orillas.

Tetuán 9 de Abril de 2008

martes, 8 de abril de 2008

LIBROS, ARTE, CULTURA E INQUISICION EN NUEVA ESPAÑA

Entrada al antiguo Castillo de San Jorge (Triana), sede de la Inquisición en la actual Castilla.

Letralia
Año XII • Nº 182 3 de marzo de 2008 Cagua, Venezuela
Sala de ensayo

Libros, arte, cultura e inquisición en Nueva España
Musa Ammar Majad


Escritor (Venezuela, padre palestino y madre colombiana)Musa Ammar Majad nació en Tariba, Estado Táchira, Venezuela, en 1977. Es Licenciado en Letras, con Mención en Historia del Arte, graduado Summa Cum Laude por la Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela. También posee estudios en literatura por la Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina.


Casi un siglo después de su establecimiento en la Península, entre 1569 y 1571, se produce el transplante de la verdadera organización inquisitorial mediante la creación de dos tribunales emplazados en Lima y en México. A la búsqueda de que la justicia fuera el principio prevaleciente en las Indiasi se unía la coyuntura histórica contrarreformista en la que se decidió el transplante, la apertura atlántica, el viraje dogmático registrado en los dos bandos de la escisión cristiana de Europa. Por lo que una definición palmaria del Santo Oficio en América insiste, necesariamente, en las consecuencias de la guerra ideológica y religiosa, más que en la moralidad.
El Santo Oficio constituyó el dispositivo frente al peligro de penetración ideológica exterior acentuado con el progresivo desplazamiento del centro político de gravedad hacia el Océano, porque sin esta función de vigilancia y control asignada al Santo Oficio no se entendería luego la precisa estructura burocrática que la Inquisición adopta en Indias con la reforzada cobertura litoral que, para celar la penetración extranjera, se dio a la organización burocrática y social.ii
Las palabras de Felipe II son bastante explícitas:
Nuestros gloriosos antepasados, fieles y católicos hijos de la Santa Iglesia Católica Romana, considerando que pertenecía a nuestra dignidad real y a nuestro celo católico extender y exaltar por el mundo y por todos los medios nuestra Santa Fe, fundaron en España el Santo Oficio de la Inquisición. La Providencia divina nos otorgó la gracia del descubrimiento de las Indias occidentales, islas y tierra firme del mar océano. Mis antepasados pusieron todo su cuidado en hacer conocer al Dios verdadero, en propagar su ley evangélica, en preservarla de los errores y doctrinas falsas y sospechosas.
Como todos los que se encuentran fuera de la obediencia y de la devoción de la Santa Iglesia Católica, obstinados en sus errores y herejías, se esfuerzan siempre en separar de nuestra Santa Fe a los fieles y devotos cristianos (...) hemos creído que el verdadero remedio consistía en evitar todo contacto con los herejes y sospechosos, castigando y extirpando sus errores a fin de impedir que se haga una ofensa tan grande en esta parte del mundo a la Santa Fe y a la religión.
El inquisidor apostólico general de nuestros reinos y dominios, de acuerdo con los miembros del Consejo de la Inquisición General, y después de habernos consultado, decidió crear en estas nuevas provincias el Santo Oficio de la Inquisición.iii
Los instrumentos legales que materializan la decisión de la Junta General de establecer tribunales en Ultramar, fueron de diversa naturaleza: Reales Cédulas, Instrucciones, órdenes cursadas a otros organismos de la administración virreinal, nombramientos. Las Instrucciones condicionan un modelo americano de organización y funcionamiento del Santo Oficio. Básicamente sus peculiaridades fueron 1) el control de la penetración ideológica y de la infiltración extranjera, 2) la exclusión del indio de la jurisdicción inquisitorial, 3) el carácter urbano de tal jurisdicción (pues los llamados cristianos viejos estaban emplazados en los “pueblos de españoles”), 4) la autonomía procesal (su lejanía hacía prácticamente imposible someterlos al régimen de consultas habituales de la Península), 5) la organización burocrática de la cobertura territorial del distrito sobre las pautas de la división eclesiástica y administrativa del Virreinato.iv Los tribunales de México y Perú tendrían un territorio jurisdiccional que coincidiría con el virreinal respectivo y sus cabeceras de distrito se situarían también en las capitales de los Virreinatos. Mientras los distritos inquisitoriales de la Península oscilaban entre cinco y seis mil kilómetros cuadrados (Mallorca y Canarias) y noventa mil kilómetros (distrito vallisoletano), la Inquisición de Nueva España abarcaba cerca de dos millones de kilómetros cuadrados y a la Inquisición de Lima se le asignaba casi tres millones de kilómetros cuadrados, comprendiendo las actuales repúblicas de Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay. La cobertura del espacio jurisdiccional se haría con los clásicos comisarios y familiares.v Se ubicaron en las capitales de Audiencias y en las sedes episcopales, además se acordó situarlos en cada puerto de mar “y en estos casos se requería que fuera ‘religioso’ y ‘letrado’, cualificaciones especiales que se explican por la importante misión de hacer la ‘visita de navíos’ ”,vi es decir, la inspección del pasaje y el control de la importación de libros e imágenes.vii Se trataba de un verdadero cordón litoral, asegurado por la estructura burocrática.viii
Esta preocupación por los contenidos intelectuales —visuales e impresos— que entraban en Nueva España está presente desde el establecimiento de la Inquisición en América hasta su extinción —aunque, como se verá, los móviles e intereses varían en los años que preceden su desaparición. En 1609 Felipe III solicitaba:
Ya que los piratas herejes, con ocasión de tomas y rescates tienen ciertos contactos en los puertos de las Indias, muy peligrosos para la pureza con la que nuestros vasallos creen en la Santa Fe Católica y la mantienen, debido a los libros herejes y a proposiciones que extienden entre las poblaciones ignorantes, ordenamos a los gobernadores y tribunales, rogamos a los arzobispos y obispos de las Indias, que se cuiden de retirar los libros introducidos o que los herejes pudieran haber introducido o introduzcan en esas regiones.ix
En 1713 Felipe V declaraba:
Puesto que importa la pureza de nuestra religión católica que no se ponga ninguna traba al libre ejercicio de los poderes del Santo Tribunal de la Inquisición, tan caro a la Santa Sede y a mis antepasados los Reyes; puesto que importa que los ministros del Santo Oficio puedan visitar los navíos que llegan a los puertos de mis dominios para impedir la llegada de todo libro que fuere contrario a la pureza de nuestra Santa Fe, ordeno por la presente a mis virreyes de Perú y de Nueva España, a mis gobernadores y a otros miembros de la Justicia real, y ruego a los arzobispos y obispos de esos territorios, que no pongan ningún impedimento bajo pretexto alguno a las visitas que los ministros del Santo Tribunal de la Inquisición harán a los navíos que lleguen a nuestros puertos. Muy al contrario, que los ayuden con su autoridad, dándoles, en caso de necesidad, su apoyo y toda la ayuda que puedan pedirles. Esto va en interés del servicio de Dios y en el mío.x
Lo que no implica, necesariamente, el castramiento de la cultura por la Inquisición. Todo, libros, ideas, imágenes, a pesar de las prohibiciones y cuidados, entraba y salía. La Inquisición veló por la ortodoxia; a su lado aparece la apertura de la Universidad, de la que Bernal Díaz del Castillo llegó a ponderar escribiendo: “Hay Colegio Universal, donde se estudia y aprenden gramática y teología y retórica y lógica y filosofía y otras artes y estudios, y hay moldes y maestros de imprimir libros, así en latín como en romance”,xi así mismo se mantiene la alta producción libraria, que para algunos declara sin lugar a dudas que
toda interpretación oscurantista del concepto de la vida y del Estado que España aportó a las Indias se estrella contra la historia de la imprenta en el nuevo continente. A los dieciocho años cuando más del fin del imperio azteca, funciona ya en México la primera imprenta del Nuevo Mundo.xii
Ciertamente había un control sobre la cultura por parte de la Iglesia y del Estado, pero, como señala Paz para la poesía novohispana, se bifurca entre la corriente culta y la popular o tradicional, más una tercera corriente: aquella que tenía que ver con lo edificante y que estaba al servicio de la evangelización.xiii Existió una cultura amparada por la ortodoxia o, al menos, no perseguida por ésta; también existió una cultura que, se diría, entraba en el campo de lo subrepticio, y que era el objeto a controlar por, sobre todo, la mencionada “visita de navíos”.xiv
No se puede negar que la existencia de súbditos no peninsulares en Nueva España llevó a los inquisidores apostólicos a examinar y mantener la ortodoxia en la colonia, hecho que resultó más agudo en los primeros momentos, cuando se encontraban dentro del marco ideológico de la Contrarreforma. Los obispos del Virreinato de Nueva España y los prelados monásticos se esforzaron sobremanera por combatir las nuevas ideas religiosas, a las que se les dio el término genérico de luteranas. Para el clero, lo luterano no implicaba únicamente actos y creencias propias del luteranismo; lo luterano, lo protestante, se identificaba con los extranjeros católicos, las más de las veces considerados bajo sospecha en Nueva España.xv
Famoso es el juicio por luteranismo, en la segunda mitad del siglo XVI, seguido contra Agustín Boacio, comerciante y tendero originario de Génova. La denuncia comenzó con un informe sobre ciertas observaciones que Boacio había hecho en público; entre las que destacaban que no existían bases en las Escrituras para el concepto del purgatorio, que tampoco existían dos almas idénticas, por lo que resultaba imposible para un alma heredar las culpas de otra —cuestionaba el pecado original. Aparte de los testigos, lo que terminó de llevar a Boacio a un proceso que duraría más de dos años fue un libro, escrito en toscano, que leía constantemente. Cuando comenzaron los interrogatorios de la Inquisición
afirmó que tenía 28 años de edad y que había nacido en Génova, de padres cristianos. Se había marchado de ésta ciudad a España (...), y en Cádiz contrajo nupcias (...). Había llegado a Nueva España un año antes (...). El interrogatorio reveló que el libro herético (...) era una obra sobre Savonarola. Boacio declaró que había comprado el libro a un marino moro porque estaba escrito en toscano, el dialecto nativo de Génova. El acusado había leído el libro (...) y dijo que no encontró nada malo en éste.xvi
Cuando a Boacio se le preguntó si había llegado a discutir “sus” ideas con personas residenciadas en Zacatecas nombró a varios amigos. También llegó a describir los temas de conversación: “La confesión debería ser un contacto mental, personal, entre el individuo y Dios; negación de la existencia del purgatorio; el papa no tenía poder para excomulgar o para absolver a los que pecaban; la invocación a los santos es una provocación teológica insostenible”.xvii Boacio fue impelido a la abjuración, que realizó.xviii
Una de las bibliotecas novohispanas que más han excitado la curiosidad es la de sor Juana Inés de la Cruz. En contraposición al caso de Boacio, se formó en el otro extremo, en el seno de la ortodoxia y bajo las miradas vigilantes. Paz expuso una conjetura sobre su número:
Aunque es imposible determinar su número, no hay duda de que sor Juana reunió una considerable cantidad de volúmenes. (...) Aventuro unos mil quinientos, por lo menos. Fundo mi suposición en lo siguiente: Sigüenza y Góngora dejó al morir cuatrocientos setenta volúmenes, que son pocos, pero don Carlos era pobre y, además, tenía a su disposición la Biblioteca de San Pedro y San Pablo; Irving A. Leonard, por otra parte, cita el caso de Melchor Pérez de Soto, un simple maestro de obras, que poseía mil setecientos volúmenes. Leonard agrega que las bibliotecas de las personas acomodadas eran aun más ricas. (...) Ermilo Abreu Gómez dice que “los libros que se publicaban entonces en México no eran sino, los más, folletos y manuales de poca extensión”. Olvida que la mayor parte venía de Europa, ya sea pedidos directamente por los lectores o, con mayor frecuencia, comprados y revendidos por las librerías locales.xix
Hay que señalar que los libros que engrosaron la biblioteca de sor Juana eran de común acceso en Nueva España, desde un primer momento. Los estudios científicos no conocieron trabas reales, la sed de cultura literaria se facilitaba por la exención de todo impuesto o derecho sobre los libros. (En 1584 llegaron a Veracruz ciento doce cajas de libros. Cuando se inauguró en 1649 el Seminario Palafoxiano, su fundador, don Juan de Palafox y Mendoza, donó seis mil volúmenes para la Biblioteca.) Esto es indiscutible, pues en 1538 se fundó en Santo Domingo, en respuesta a una bula del Papa Pablo III, la Universidad de Santo Tomás de Aquino; en 1540 Carlos I autorizó la fundación de la Universidad de Santiago en La Paz; en 1551 México y Lima dispusieron de sendos centros intelectuales y, a continuación, Bogotá en 1580, Quito en 1586, Cuzco en 1598, Charcas en 1624, Córdoba del Tucumán y Huamanga en 1677, Guatemala en 1687, Caracas en 1725, La Habana en 1728 y Santiago de Chile en 1738. Para el caso de Nueva España el número de instituciones académicas es amplio: Colegio de Santos en 1573, Colegio de San Pedro y San Pablo en 1572, Seminarios de San Miguel, San Bernardo y San Gregorio en 1576, Colegio Carolino de Puebla en 1576, Colegio del Espíritu Santo (Puebla) en 1558, Colegio de San Ildefonso en 1572, Colegio del Cristo en 1612, Colegio de San Ramón en 1628, Seminario Palafoxiano (Puebla) en 1649, Colegio de la Compañía (Morelia) en 1660, Seminario de Oaxaca en 1673, Colegio de Niñas de Santa Mónica (Puebla) en 1680, Colegio de San José y Jesús María (Puebla) en 1691, Colegio de San Juan Bautista de Guadalajara en 1699, Seminario de San Pedro (Mérida) en 1711, Colegio de los Infantes en 1725, Colegio de las Vizcaínas en 1732, Seminario de San Ildefonso (Mérida) en 1751, Colegio de San Ignacio en 1753, Colegio de la Enseñanza la Antigua en 1754, Colegio anexo a la casa de niños expósitos en 1766, Academia de San Carlos en 1783, Colegio de Minas en 1783, Universidad de Guadalajara en 1791, Colegio de las Bonitas en 1800.
A ello va en paralelo no sólo el grueso de doctores en teología, doctores en cánones, licenciados en leyes, maestros en artes, doctores en medicina, sino también el número de impresores que trabajaron en Nueva España durante los tres siglos que duró la dominación española: ochenta y cuatro. Éstos publicaron en América 11.362 obras; su número por centurias ha sido determinado por Benítez: para el siglo XVI se registran 173 libros, más 58 de “sin fecha o fecha dudosa”; para el siglo XVII se registran 1.594 libros, más 244 de “sin fecha o fecha dudosa”; para el siglo XVIII se registran 6.315 libros, más 575 de “sin fecha o fecha dudosa”; para el siglo XIX se registran 2.523 libros, más 150 de “sin fecha o fecha dudosa”.xx Así mismo el primer periódico que se publicó en Nueva España conoció la luz, con el nombre de Diario de los Sucesos Notables, en 1648.xxi El número de publicaciones periódicas también presenta variantes según los siglos, siendo, respectivamente, cuatro, doce y seis periódicos para las centurias XVII, XVIII y XIX.
Ahora bien, a esta realidad se une otra, la de los distintos Boacios.xxii Que la Inquisición ha intervenido en el desarrollo de la producción libresca es evidente. Bastaría para probarlo citar uno de los mecanismos de control típicamente inquisitorial: el Índice. Para el arte novohispano este producto de control es de suma importancia, pues, contrario a lo que se piensa, los Índices inquisitoriales no fueron absolutamente literarios. Comportaban obras religiosas, que contenían, como es de suponer, estampas.xxiii El primer Índice en castellano, el de 1551, no tiene ninguna pertinencia literaria: cuenta con la reproducción del Índice del año anterior —el de Lovaina, escrito en latín— y de la bula Extravagans, de Julio II, sobre la posesión y lectura de libros prohibidos, y contiene un catálogo de libros recientemente aprobado por los inquisidores de Toledo.
Las obras que comenzaron a formar parte de estos catálogos fueron, por ejemplo, Diálogo de doctrina christiana de Juan de Valdés, Diálogo de Mercurio y Carón de Alfonso de Valdés, Coloquios de Erasmo, El confessionario o manera de confessar de Erasmo, Tratado de libertad cristiana de Lutero, Comentarios al Génesis, La Revelación de San Pablo, La Biblia en romance.
Los Índices son guías en un proceso ininterrumpido de censura. Los períodos de publicación de los Índices inquisitoriales españoles entre 1551 y 1790, primero y último, oscilan entre ocho y cuarenta y siete años. Pero la actividad del Índice es permanente, por lo que a veces llegaron a publicarse suplementos. En total se han publicado once Índices inquisitoriales españoles, conocidos por los nombres de los inquisidores generales bajo cuyo gobierno se promulgaron, permitiendo afirmaciones como la de Márquez, quien sostiene que “los períodos históricos responden no a modas estilísticas, sino al tipo de ideología predominante que la Inquisición persigue en un momento determinado”, por lo que “la Inquisición adquiere así una unidad histórica intelegible, como organismo invariablemente represivo (...), y una clara variedad periódica que responde a los sucesivos movimientos revolucionarios desde el humanismo hasta el liberalismo”.xxiv
Es de entender. Como tribunal de fuero privilegiado y con jurisdicción delegada de la Santa Sede y también del poder civil, para investigar, perseguir y definir los delitos contra la religión católica, entregando los culpables contumaces a la autoridad secular para que por ésta fuesen castigados, con arreglo a las leyes del Estado, la Inquisición dirigió el acto de “inquirir” hacia los valdenses, los espiritualistas, el judaísmo, la demonomanía, los marranos, el iluminismo, el protestantismo y la brujería. Para cualquiera de ellos se podía agregar la idolatría, la superstición, la blasfemia, etc. En la historia de la Inquisición española sus puntos de exacerbación fueron, en un principio, el protestantismo y, ya al borde de su extinción como brazo controlador,xxv las ideas de la Ilustración.
Siempre primaron las cooperaciones virregio-inquisitoriales en Nueva España. Las institución virreinal, como suprema instancia administrativa en Ultramar, como responsable última de todo lo que ocurriera en el ámbito de su jurisdicción, como representación personal del monarca, que, por lo mismo, tenía delegadas sus atribuciones —incluyendo todas las implícitas en el derecho de Patronato sobre las Iglesias de Indias—, hubo de mantener lógicamente relaciones estrechas con el Santo Oficio, instrumento de control social, actuando ambos en un contexto en que religión y política e Iglesia y Estado iban inextricablemente unidos.
No importó que el Índice se volviera un instrumento de control político. El aumento de las riquezas y aun las reformas borbónicas dieron pie a la ampliación del espectro de “intercambio” cultural. Arcila Farías ejemplifica el crecimiento comercial:
Ya en el año de 1777 se admitía que el aumento de la riqueza en Nueva España era considerable. En una comunicación a los diputados del comercio de España, declaraba el virrey Bucareli que “desde fines del siglo pasado se reconoce la constante proporción con que esto crece según el cuidado, el aumento de la población, el cultivo y el laborío de las minas, pero nunca han sido tan visibles las ventajas como en estos últimos años, que se vio salir de Veracruz la flota del señor Córdoba interesada en veinte y seis millones y medio sin contar otras partidas no de poca monta en embarcaciones particulares, que todo ha llegado a Cádiz con felicidad”. Y agregaba que la flota que en esos momentos había iniciado la venta de sus frutos en Jalapa era tan grande “cual ninguna otra se ha visto, y que por los principios que lleva en sus ventas y la abundancia de caudales que hay en el reino, nos promete un retorno que haga olvidar el de la antecedente”.
Y efectivamente, esa flota, que estuvo a cargo de Antonio Ulloa, salió de Veracruz en enero de 1778 con un cargamento por valor de 29 millones de pesos, aproximadamente, de los cuales correspondieron a particulares, en oro y plata, más de 18 millones, más otros 5 millones en frutos del país. En cambio, de cuenta de la Real Hacienda sólo condujo 5.350.000 pesos. Este aumento era una consecuencia directa de la política de facilidades otorgadas a la navegación y el comercio con las Indias, política que culminó con el Decreto de 1789, por el que Nueva España entró en el sistema de comercio libre.xxvi
El mencionado decreto tuvo repercusiones económicas y sociales muy profundas, como 1) la huida del capital comercial antiguo hacia nuevas actividades (agricultura y minería), 2) la ampliación de la clase capitalista por el ingreso de un número mayor de comerciantes, 3) el aumento del consumo de mercaderías europeas, 4) el crecimiento del volumen de los negocios, 5) la demanda de capital, 6) el fin de la hegemonía del comercio de México.
Entrada al antiguo Castillo de San Jorge (Triana), sede de la Inquisición en la actual Castilla.
Y es que paralelamente a las novedades del reformismo administrativo borbónico, penetraron en América las corrientes ideológicas típicas de la época, que, en cierta manera, vinieron a constituir formas nuevas de “heterodoxia” y, por lo tanto, en principio materia de vigilancia y preocupación para el Estado y su instrumento de control que era la Inquisición. Se trataba de las corrientes europeas ilustradas, de filósofos, librepensadores y neojansenistas, volterianos, enciclopedistas en general, “adoradores” de la razón. Eran las formas que, desde el punto de vista conservador, constituían una corriente crítica que sometía a revisión todos los legados de la tradición, desde los fundamentos de la sociedad a los conceptos de monarquía política, desde la economía mercantilista a la religión dogmática.
Los vehículos y medios de entrada de las nuevas ideas son los “navíos de la Ilustración”, que transportan libros, hombres, relaciones, noticias e inquietudes, desde las que se fomentan publicaciones, círculos intelectuales, renovación de programas o planes de estudio universitarios, así como animan la aparición de sociedades de amigos del país, fomentadoras de acciones educativas renovadas. Algunos datos son muy significativos de esa efervescencia intelectual: se cita una remesa de libros llegada al Callao en 1785 compuesta por 38.000 volúmenes, pese a que se regularon las entradas con criterios restrictivos (cédulas de 25 de abril de 1742, cédula de 1 de julio de 1784 prohibiendo, por ejemplo, la venta de la enciclopedia francesa, etc.); el estudio de la composición de bibliotecas privadas según, por ejemplo, datos inquisitoriales como los recogidos por Pérez Marchand en México, o la librería del P. Diego de Cisneros, cuya amistad con el virrey Croix le servía para burlar la investigación aduanera e inquisitorial de los libros, deberán revelar la cronología y la amplitud de esta penetración intelectual de las nuevas ideas a través del libro ilustrado.xxvii
La afirmación de que “todo llegaba” también la sustentan Testas y Testas al referir que
cuando la Junta de Liberación de Buenos Aires decidió crear una biblioteca pública (en 1810, puntualicémoslo), llamó al franciscano fray Cayetano Rodríguez, que solicitó libros a otros religiosos. Entre los libros que llegaron, se contaban la Historia Natural de Plinio, el Diccionario de Física de Brisson, las obras de Locke, una historia natural escrita por un miembro de la Academia de Ciencias de Londres, etc.xxviii
Esta laxitud pudiera estar en el hecho de que el Estado tuvo que luchar especialmente contra los adeptos de la filosofía política del siglo XVIII y no contra la propaganda y crítica protestante ni contra el judaísmo. A lo que se aúna el enorme crecimiento demográfico, resultado de un nuevo régimen emigratorio. “Si la población [en la América hispana] a fines del siglo XVII se calcula en 11.215.000 habitantes, la de fines del XVIII, según Rosenblat, se situaría en 18.806.000, lo que implica un aumento porcentual del 181,54”.xxix Este aumento global está en conexión con tasas elevadas de natalidad, pero también con el crecimiento de la emigración exterior, estimulada por la política borbónica liberizadora del comercio que trae mercaderes procedentes de todas las provincias españolas.
Estas estadísticas son importantes, pues, se sabe, la Inquisición vigila la ortodoxia de las ideas, pero las ideas van con el hombre, para componer, se diría, los rasgos característicos de los distintos grupos sociales y de las mentalidades colectivas. Además, indica el ritmo creciente de permisividad y, por ende, de “independencia” cultural al percibir el hecho fundamental de que, mientras decrece la media anual de procesos inquisitoriales en Nueva España,xxx el número de impresiones librarias y periódicas, de talleres artísticos, de mercaderes, se caracteriza por su aumento.
La “descuidada” actitud de la Inquisición favorece la conculcación de imágenes. Los estudios al respecto son escasos, sin embargo, los primeros acercamientos a las penalizaciones por tales representaciones dejan de lado la conjetura como suerte. En base a sus investigaciones, García-Molina Riquelme explica:
Asimilado con el tipo anterior [el de blasfemia] se encuentra este delito, pues, así como la blasfemia es la ofensa, realizada de palabra o por escrito, contra Dios, la Virgen María o los santos, en este tipo de conculcación de imágenes se incluyen todos los atentados de obra contra imágenes, pinturas, cruces, etcétera, castigándose, no sólo la percusión violenta o fractura de tales objetos, sino también aquellas conductas que supongan un menoscabo hacia ellos y, por tanto, a lo que representan.xxxi
Añadidos al delito de blasfemia, tales conductas e imágenes eran causa punible, pues, se sabe, para que los inquisidores iniciaran un procedimiento por blasfemia, era fundamental que las expresiones —visuales, verbales o escritas— tuviesen “sabor” a herejía. La Inquisición operaba en base a un fin y unas penalidades. El fin: castigar “por los yerros, e por los denuestos que los omes fazen si lo fizieren contra Dios, o contra Santa Maria, o contra los santos”.xxxii Las penalidades: variaban según se cometiera el delito por primera, segunda o tercera vez, según la clase social a la que pertenecía el culpable, justificando, en virtud del principio de la desigualdad de las personas ante la ley, el que se aplicaran sanciones económicas o privación de bienes a las clases altas y penas corporales e infamantes a los individuos de las clases bajas, los cuales “la primera vez eran azotados, la segunda marcados y la tercera se les cortaba la lengua”.xxxiii Claro que la práctica divergía en muchos casos, apareciendo también el destierro, la comparecencia en auto de fe con insignias, la abjuración, la vergüenza pública, el envío a galeras, la reclusión, la confesión, la comunión sacramental, el “rezo de una parte del Rosario los sábados y los viernes un Credo a la Santísima Trinidad”.xxxiv La pena de destierro fue considerada como una de las más idóneas para castigar a los blasfemos, cuando no tenían la categoría de nobles o de personas honestas, esto es, en el caso de que el autor del delito de blasfemia fuera plebeyo o perteneciera a la gente vil. Dada la trascendencia que habitualmente tenía este delito (en estrecha relación con la herejía) siempre parecía lo más adecuado el que el autor del mismo desapareciera del lugar donde lo había cometido.xxxv Ello porque las penas quedaban al arbitrio de los inquisidores.
En México, en fecha temprana, 1585, se celebró un Concilio Provincial en el que se adoptaron las medidas De impresione librorum respecto de la impresión, circulación y retención de libros, tan “necesaria” por el gran desarrollo de la imprenta en México y por el fácil contrabando que en naves españolas y principalmente extranjeras se hacía.xxxvi Se trataba de mantener en América las prohibiciones españolas. No eran raros los pedidos de información:
Con el cuydado que ay de visitar los libros que cada flota entran en la tierra se han hecho algunos apuntamientos y censura sobre algunos, que serán con esta carta para que V. Sª los mande ver y avisarnos de lo que en España se haze por las personas a cuyo cargo está quando en los libros se desprehenden cosas semejantes principalmente en argumentos, notas marginales, Recapitulaciones, Indices y Repertorios donde se presume más malicia de que los herejes quieran mesclar sus errores y sera de ymportancia la respuesta desto para que aca se acierte mejor a seruir al Santo Oficio con la afición que lo haze el maestro fray Bartolome de Ledesma de la orden de Santo Domingo gouernador que fué deste Arsobispado mucho tiempo Calificador en esta Inquisición.xxxvii
No en balde “América sonó en Trento”, como señala Mateos, quien cita, entre otras, las palabras del teólogo segoviano Pedro de Fuentidueñas ante los Padres del Concilio:
¡Cuántas veces (...) impidió [Felipe II] que la herejía se corriese a España por los Pirineos de las provincias vecinas! ¡Cuántas apagó las chispas que con disimulo y en la oscuridad comenzaron a saltar acá y allá dentro de la península! ¡Cuántas (...) impidió que pasase, como procuraba, a las Indias, a inficionar a aquellos indígenas! No ha habido nunca herejía tan ávida de propagarse como la de los falsos reformadores; no se contenta con haber perturbado la fe en casi todas las naciones de Europa, y sin temer los peligros del mar, deseaba navegar el inmenso Océano y transplantarse a las Indias occidentales, para allí matar en el corazón de los indios las raíces de la fe y religión cristiana que comenzaba a brotar y nacer; y en aquellas dilatadísimas regiones, donde el rey católico Don Fernando llevó el primero los blasones de España, introduciendo a la par el nombre de Jesuscristo, nunca oído por aquellas gentes, y la religión cristiana, que engendra pureza y santidad, llevar las furias y arpías del averno para turbar su paz y tranquilidad. Y si no hubiera salido al paso el católico Felipe a su loco intento, interceptando libros heréticos y poniendo a buen recaudo los pérfidos ministros de Satanás; si no hubiera apartado a la herejía del camino de las Indias por donde maquinaba llevar su veneno, cercenando de raíz su esperanza y malvado esfuerzo, sin duda habría penetrado ya en ellas, con gran peligro y ruina de aquel Nuevo Mundo y acerbísimo dolor de la Iglesia.xxxviii
Sin embargo, el siglo XVIII hispano no era el siglo XVIII europeo, pero estaba muy cerca: dejó atrás el peligro y la preocupación del luteranismo y, gracias a la liberación del comercio y las reformas borbónicas,xxxix reactivó la llegada de europeos de costumbres ambulatorias y aventureras,xl acató la variación de catálogos prohibitorios; desatendió en medida importante la expurgación de imágenes; se dio a contrarrestar los empujes de la Ilustración, aquellos que dieron pie a la independencia de las provincias americanas.
La revisión de los edictos dedicados a la censura de imágenes y objetos que emitió el Santo Tribunal de la Inquisición Novohispana, ofrece un conjunto representativo de obras que se situaron en la esfera de lo que esa institución consideró censurable: esto se realizó por medio de un fuerte y complejo aparato restrictivo; sin embargo, los edictos que emitieron dejan translucir una serie de hechos que apuntan a la reflexión sobre el poder real que tuvo el aparato represivo inquisitorial,xli
sobre todo cuando se determina, en base a documentos conservados en el Archivo General de la Nación de México, que
los edictos eran mandatos, decretos sobre diversos temas publicados con autoridad del Santo Oficio de la Inquisición, firmados por los inquisidores y el secretario de turno, que se fijaban en las puertas de las iglesias para conocimiento de la población.xlii
Ramírez Leyva destaca que las censuras de las imágenes se dirigieron en su mayoría a las representaciones sagradas, variando las causas para su prohibición. Estas causas las ha clasificado en ocho rubros: 1) heréticas, 2) representaciones de personas no canonizadas, 3) satíricas, 4) obscenas, 5) hechura impropia, 6) ubicación impropia, 7) incluidas en libros prohibidos, 8) sediciosas. Para las imágenes heréticas formula una subdivisión, estando, en un lado, las composiciones plásticas que por sí mismas dan lugar a herejía, y, en otro, aquellas composiciones reprobadas por elementos adicionales o complementarios de la plástica. Para la prohibición de las imágenes in totum persisten tres razones: que muestran errores en materia de fe, que contravienen las disposiciones de la Iglesia, que afectan la memoria de determinadas personas.xliii
La liberación del comercio, su aumento en el siglo XVIII, tuvo un papel importante. En la comercialización de imágenes entraban todos los individuos que, de las distintas formas posibles, estaban relacionados con este fenómeno, en el cual los fabricantes emprenden caminos que divergen de los establecidos, dando lugar a representaciones que, según los censores, entraban en el ámbito de lo extraño, ridículo e irreverente, indicando, por tanto, una variación en las formas comunes de representación. Este hecho es captado por Ramírez Leyva, sirviendo para establecer que en la entrada constante y, cada vez, mayor
de nuevas formas “artísticas” provenientes principalmente de España, se denota cómo las imágenes sagradas se infiltraron en la vida diaria por medio de los objetos cotidianos que traslucieron el cambio de mentalidad que se dio en el siglo XVIII, al que desde luego colaboraron los ingeniosos comerciantes aportando nuevas formas de atraer clientes.xliv
Resulta claro que allí donde el arte sagrado es comercio, aparecen, indisolubles, el artista y el artesano, el comerciante y el consumidor. Se trata de un arte que opera fuera de las observaciones religiosas oficiales, más cercano al fervor popular, que, a pesar de la censura y en el momento en que las políticas económicas y sociales se lo permitieron, mantuvo una fuerza viva.xlv Hay que destacar, sin embargo, que éste no era un arte libre. Tanto los artistas como los artesanos, sujetos a los lineamientos establecidos como los que no, produjeron obras delimitadas, fuera por la Iglesia, fuera por las demandas de los particulares.

Notas
El dominico Fr. Pedro de la Peña, obispo de Quito en 1563, escribía al Inquisidor General en 1567que “en estos reinos (...) es tanta la licencia para los vicios y pecados que si Dios nuestro Señor no envía algún remedio estamos con temor no vengan estas provincias a ser peores que las de Alemaña”. En Bartolomé Escandell Bonet, “Las adecuaciones estructurales: establecimiento de la Inquisición en Indias”, Bartolomé Escandell Bonet y Joaquín Pérez Villanueva, comps., Historia de la Inquisición en España y América, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1984. t. I, p. 715.
Ibíd., p. 716 (la itálica es nuestra).
Guy Testas y Jean Testas, La Inquisición, trad. Guillem Frontera, Barcelona, Oikos-tau, 1970 [1ª ed. en francés, 1969], p. 109.
Escandell Bonet, op. cit., pp. 717-718.
El Inquisidor podía rodearse de hombres de armas para proteger su persona y familia, así como para apresar a los herejes, sus seguidores, encubridores, defensores y partidarios, y proceder al confiscamiento de bienes (libros, obras, etc.). Se trataba de una “familia” armada.
Ibíd., p. 719.
“Luego del desenlace de la guerra portuguesa de 1580 (...), la incidencia del corsarismo sobre las costas hispanas y portuguesas aumentó sobremanera. Eran ataques corsarios de todos los países del Norte, principalmente ingleses. Los súbditos de la reina Isabel fueron los más temidos. Hacían de su corsarismo un complemento del comercio de contrabando. Ellos habían conseguido construir sus propias redes comerciales, capaces de satisfacer los deseos de una demanda minoritaria y selectiva. Libros prohibidos, no necesariamente protestantes, eran desembarcados clandestinamente para calmar la culta curiosidad de ciertos sectores nobles o eclesiásticos. Era difícil detener tal tráfico clandestino, pero cuando las autoridades conseguían interferir algunos de los circuitos, entonces se hacía presente ese mundo oculto. En 1584, un navío inglés llegó ‘derrotado por el temporal a la villa de Cambados’; era un navío grande y rico, traía muchas mercaderías, entre ellas gran cantidad de libros. El comisario del tribunal nos hizo una relación minuciosa de todos ellos. Había más de 500”. En Jaime Contreras, “Estructura de la actividad procesal del Santo Oficio”, Bartolomé Escandell Bonet y Joaquín Pérez Villanueva, comps., Historia de la Inquisición en España y América, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1993, t. II, p. 617.
Todas estas características se mantendrían aun después de la creación de una tercera sede inquisitorial: la de Cartagena de Indias en 1610.
En Testas y Testas, op. cit., pp. 118-119.
Ibíd., p. 119.
Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de Nueva España, México, Porrúa, 1970, p. 583.
José Toribio Medina, La imprenta en México, Santiago de Chile, Madariaga, 1914, pp. 76-77. Compárese, por ejemplo, con el inicio tardío de la imprenta en Venezuela en 1808, año de la instalación de una imprenta en Caracas. Véase Pedro Grases, Historia de la imprenta en Venezuela hasta el fin de la Primera República (1812), Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, 1967.
Paz, op. cit., p. 72.
La “visita de navíos” es la última forma de un tipo de control. Un autor del siglo XIX es bien eficiente a la hora de exponerlo: “No se contentó Felipe II con extender hasta Lima el Santo-Oficio: quiso tambien que lo hubiera en los mares. La numerosa escuadra que se preparó de la liga católica contra el emperador de Constantinopla, mandada por don Juan de Austria, y que consiguió la famosa batalla de Lepanto, sugirió al monarca español la idea de crear un tribunal ambulante de la Inquisicion contra los herejes que se pudiesen descubrir en los buques. Como la potestad del inquisidor general estaba ceñida a los dominios del rey católico, se dudó poderlo hacer sin facultades pontificias especiales; y, como era tiempo de conceder al rey de España quanto pidiese sin intrigar como en los casos de Milan y Napoles, expidió san Pio V, en 27 de julio de 1571, el breve que se le pidió, autorizando al inquisidor general de España para crear aquel tribunal y nombrar inquisidores y ministros dependientes de sus ordenes.Este tribunal fué conocido primero con el título de Inquisicion de las galeras, y despues con el de Ejercitos y Armadas; pero duró poco tiempo, porque luego se conoció la inutilidad, y producia obstaculos a la navegacion; por lo qual se redujo principalmente su ejercicio á evitar la introduccion de libros prohibidos y demas objetos dignos de prohibicion y se agregó este articulo á los comisarios del Santo-Oficio residentes en los puertos de mar habilitados para el comercio exterior. El comisario reconoce los buques, toma declaracion al maestre sobre el asunto, y ademas registra en las aduanas los fardos ó cajones; recoge lo que halla comprehendido en sus instrucciones, da parte al tribunal de su distrito y ejecuta las órdenes que se le comunican. En Cadiz llegó a ser comision muy lucrativa la de visitador de navios, porque solia ejecutarlo llevando notario, alguacil, portero y otros ministros por lo que podia suceder; se le recibia con salvas; se le daban agasajos de refrescos ó cosa equivalente; cierta cantidad por la certificacion de estar visitando el buque sin haber hallado cosa prohibida, y muchas veces intervenian regalos de consideracion”. Juan Antonio Llorente, Historia crítica de la Inquisición en España, Madrid, Imprenta del Censor, 1822, t. IV, pp. 159-161.
Similar conducta recuerda Maurois para la Francia de esa misma época, donde se preparó el paso “de la erudición a la Inquisición y de la cátedra a la hoguera”. Op. cit., p. 145.
Richard Greenleaf, La Inquisición en Nueva España, siglo XVI, México, Fondo de Cultura Económica, 1981, p. 99.
Ibíd., p. 101.
En los primeros años del siglo XVII, en el marco del ochenta aniversario de la actividad inquisitorial en Nueva España, ciento cuarenta y tres herejes participaron en un auto de fe. Treinta y dos de los condenados eran calvinistas y luteranos. Cuatro de ellos fueron quemados en la hoguera.
Paz, op. cit., pp. 325-326.
José R. Benítez, Historia gráfica de la Nueva España, México, Cámara Oficial Española de Comercio, 1929, pp. 140-141.
Benítez destaca que sólo Alemania tuvo publicaciones periódicas desde fines del siglo XVI (1590), con el nombre de Zeintugen. Además precisa que los países que se anticiparon, en su vida periodística, a Nueva España, sólo fueron: Bélgica, 1605; Francia, 1609; Holanda, 1623; España, 1626; Suecia, 1643. Ibíd., p. 142.
Por ejemplo, en 1549 llegó a Puebla un cargamento de libros. Contenía obras religiosas considerablemente poco ortodoxas, incluyendo algunas del español Pero Mejía y del teólogo Constantino, quien murió a manos de la Inquisición en 1559. Véase Peter Boyd-Bowman, “Otro inventario de mercancías del siglo XVI”, Historia mexicana (México) (20): 92-118, 1970.
En Nueva España, “en general, los edictos sobre libros prohibidos (...) no hablan específicamente de las imágenes, aunque sí las mencionan; de esto es posible deducir que fueron reprobadas, porque estaban en armonía, pues lo ilustran con un texto prohibido”. Edelmira Ramírez Leyva, “La censura inquisitorial novohispana sobre imágenes y objetos”, en Arte y coerción. Primer coloquio del Comité mexicano de Historia del Arte, México, Unam, 1992, p. 160.
Antonio Márquez, Literatura e Inquisición en España, 1478-1834, Madrid, Taurus, 1980, p. 226 (la itálica es nuestra).
La Inquisición desaparece oficialmente por decreto en 1834. Para los acontecimientos que preceden esta desaparición, véase Gerard Dufour, La Inquisición española. Una aproximación a la España intolerante, Barcelona, Montesinos, 1986, pp. 103-124.
Eduardo Arcila Farías, Reformas económicas del siglo XVIII en Nueva España, México, Secretaría de Educación Pública, 1974, t. II, pp. 184-185. Para mayores datos sobre las legislaciones comerciales en territorios novohispanos, véase Hira de Gortari y Guillermo Palacios, “El comercio novohispano a través de Veracruz (1802-1810)”, Historia mexicana (México) (17): 427-454, 1968 y Stanley Stein, “Bureaucracy and business in the Spanish empire, 1759-1804: failure of a Bourbon Reform in México and Peru”, The Hispanic American Historical Review (Carolina del Norte) (61): 2-28, 1981.
Bartolomé Escandell Bonet, “Reformismo borbónico y declive inquisitorial en América”, en Bartolomé Escandell Bonet y Joaquín Pérez Villanueva, comps., Historia de la Inquisición en España y América, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1984. t. I, p. 1218.
Testas y Testas, op. cit., p. 120.
Escandell Bonet, op. cit., p. 1220.
Para el siglo XVI las medias anuales de procesos inquisitoriales, para Lima y México, son 16.2 y 12,9, mientras que para el XVII son, respectivamente, 6,25 y 5,63. En el siglo XVIII Cartagena de Indias, por ejemplo, tuvo una media de 1,95. Véase Bartolomé Escandell Bonet, “La peculiar estructura administrativa y funcional de la Inquisición española en Indias”, en Bartolomé Escandell Bonet y Joaquín Pérez Villanueva, comps., Historia de la Inquisición en España y América, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1993, t. II, pp. 653-654.
Antonio García-Molina Riquelme, El régimen de penas y penitencias en el tribunal de la Inquisición de México, México, Unam, 1999, p. 53.
Ibíd., p. 244.
Ibíd., p. 245.
Ibíd., p. 53.
La pena se incrementaba en proporción a la gravedad del hecho, pudiendo referirse el destierro sólo a un año de la ciudad de México, por ejemplo, o a perpetuidad de las Indias españolas.
Claudio Miralles de Imperial y Gómez, “Censura de publicaciones en Nueva España (1576-1591). Anotaciones documentales”, Revista de Indias (Madrid) (42): 820, 1950.
Carta fechada en agosto de 1576. En Ibíd., p. 827.
En F. Mateos, “Ecos de América en Trento”, Revista de Indias (Madrid) (22): 577-578, 1945.
Sobre cómo funcionaban para entonces las disposiciones prohibitorias en cuanto a embarques, véase Gortari y Palacios, op. cit.; David Brading, “Gobierno y elite en el México colonial durante el siglo XVIII”, Historia mexicana (México) (23): 611-645, 1974; Leopoldo Zumalacarregi, “Las ordenanzas de 1531 para la Casa de la Contratación de las Indias”, Revista de Indias (Madrid) (30): 749-782, 1947.
Para este tipo de inmigraciones véase Juan Carlos Jurado Jurado, “Forasteros y transeúntes en América, siglo XVIII. El caso de Francisco Fernández de la Fuente”, Revista de Indias (Madrid) (220): 655, 2000.
Ramírez Leyva, op. cit., p. 149 (la itálica es nuestra).
Loc. cit. (la itálica es nuestra).
Íbid., pp. 150-151.
Íbid., p. 159.
Considérese la importancia de esta sobrevivencia. Existía en la colonia un interdicto explícito sobre lo que debía competer al arte, que incluía paisajes, costumbres, mitología, desnudos. Primeramente sólo fue suavizado con el contrato de autoridades y religiosos, en la segunda mitad del siglo XVII.

domingo, 6 de abril de 2008

El Tragaluz


El Tragaluz
El restaurante se esconde tras el animado Campo del Príncipe, en el corazón del barrio residencial del Realejo. Fundado por Mustafa Akalay, un marroquí local muy conocido, y regentado por su esposa cántabra, Tita, este establecimiento informal y decididamente original se creó como punto de encuentro gastronómico y cultural entre Oriente y Occidente.Aquí han comido muchos de los más prominentes intelectuales del mundo islámico, desde el escritor español Juan Goytisolo hasta el novelista libanés Amín Maluf. La comida es, de hecho, la mejor de Granada y es el único lugar de la ciudad donde disfrutar de la fusión de la potente cocina casera española y el refinamiento islámico.
Michael Jacobs, writer
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guardian.co.uk Travel Web

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This restaurant lies hidden behind the lively Campo del Principe, in the heart of the residential district of the Realejo. Founded by the local Moroccan celebrity Mustafa Akalay, and run by his Cantabrian wife Tita, this informal and decidedly eccentric establishment was intended as a cultural and gastronomic meeting-place between east and west.
Many of the major intellectual figures associated with the Islamic world, from the Spanish writer Juan Goytisolo to the Lebanese novelist Amin Maalouf, have eaten here. The food is indeed by far the best in Granada, and it's the only place in the city where you can enjoy a fusion of gutsy Spanish home cooking and Islamic refinement.
Michael Jacobs, writer
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