sábado, 9 de junio de 2007

UN PAIS CAUTIVO

T O D O
el mundo a través del pensamiento


Un país cautivo


El artículo que publicamos a continuación parece muy valiente, que dice las cosas como deben decirse... Pero el cuadro que señala el autor está perimido, es anacrónico e incompleto. Señala síntomas archiconocidos, capitalistas que secuestraron al país, el capital financiero, el "poder invisible" detrás de quien medra el grupo de Benjamín Netaniahu, el hombre que espera detrás del trono que nos "liberemos" para que en un gambito espectacular se apodere de los resortes del poder y acabe la obra nefasta que, junto a los traficantes de armas israelíes, los fabricantes de armas (Alsinit, ElOp, etc., algunos altos jefes militares en actividad y retirados, mercenarios políticos y / o relacionados con la seguridad, están llevando a cabo desde el gobierno, junto al gobierno, fuera del gobierno y en la oposición al gobierno. Además (y no por último), un país y un puieblo que dominan a otro pueblo nunca, jamás de los jamases será libre... (Andrés Aldao)Por Moshé KarifNo sólo los soldados israelíes secuestrados en el sur del Líbano y en Gaza están cautivos, todo el país fue secuestrado. En estos días nos dimos cuenta, y ahora sólo nos falta liberarnos.Las plegarias de un país entero por el regreso de sus hijos cautivos a casa deberían sumarse a una sola plegaria por un país entero que fue tomado en cautiverio.Un país cautivo de políticos irresponsables, que todas las señales indican que nada les interesa: ni los informes profesionales, ni las manifestaciones multitudinarias, ni las encuestas, ni las protestas frente a sus casas, como tampoco este artículo u otros.El Estado de Israel fue secuestrado por sus autoridades electas. Ellos triunfaron por medio de una cuidada y programada campaña publicitaria dirigida por expertos en marketing político, que transformaron la desesperación política en la invención de un partido inexistente, cuyo precio por ser virtual pagamos ahora todos nosotros.El Estado de Israel fue secuestrado por los capitales, sus contactos, relaciones y aspiraciones de ver un sistema público regulador débil y sin apoyo popular.El Estado de Israel fue secuestrado por familias dominantes, que tienen en sus manos nuestros bienes económicos más importantes, desde recursos naturales hasta gigantescas corporaciones. Durante años pagamos por su existencia y mantenimiento, hasta que fueron vendidas a poco más de una docena de empresas y familias, muchas veces a precios de liquidación de fin de temporada.El Estado de Israel fue secuestrado por los capitalistas con ayuda de algunos empleados públicos de alto rango, cuyo mayor sueño consiste en un intrépido ascenso a un puesto bien pago en la empresa pública que se acaba de vender. Una rápida mirada a los puestos directivos de las empresas públicas y los bancos indica cuán abierta y grosera es la cercanía entre capital y gobierno.Nuestra política se desmembró, no hay debate público, el orden del día importante y relevante ya no está en la Knesset , sino que se maneja en simposios como el de Cesárea o Hertzlia. Allí, con una buena comida, se puede cerrar asuntos o informar sobre procesos estratégicos.El Estado de Israel cayó en la trampa de grandes capitalistas que nos meten en el canal de televisión público-comercial todo tipo de programas de entretenimiento, distracciones y magias, que nos desdibujan la consciencia y nos focalizan en un gran aburrimiento y vacío de contenidos.El Estado de Israel fue entregado a empleadores que aumentaron la producción de sus trabajadores pero disminuyeron su parte en las ganancias. Trabajan más por menos dinero. Los empleadores de 952.000 trabajadores – 36% del total – les pagan un salario de 2.582 shékels por mes (645 dólares).El Estado de Israel fue secuestrado por sus altos directores, que disfrutan de un salario disparatado como si cada día fuese el último día de sus vidas: se otorgan a sí mismos extras por valor de millones y millones por la venta de la compañía de electricidad, cuando todavía no se secó la tinta de la licitación por el Bank Leumí, sus directores aumentaron sus extras en una suma que supera los 4 millones de shékels, a pesar de no haber cumplido con los objetivos establecidos por el banco. Y esto, con el argumento de evitar la “sensación de insatisfacción” entre los directores del banco.Un hombre sabio escribió una vez: “Si no sabes que estás preso, ¿cómo pedirás tu libertad?”. En estos días hemos comprendido que somos prisioneros , y en qué condiciones. Sólo nos falta liberarnos.Fuente: Yediot Aharonot - Povesham - 14/5/2007.(*) Sitio web: http://www.pazahora.net/
Publicado por Andrés Aldao en 1:40 PM 0 comentarios